Los menores de edad pueden estar expuestos a mucha publicidad en redes sociales, por lo que Meta ya trabaja en nuevas restricciones para Facebook e Instagram.
Dentro de cada plataforma de social media existe un sin fin de contenido publicitario que puede ser perjudicial o no apto para usuarios menores de 18 años.
A fin de ofrecerles contenidos más apropiados, basados en sus intereses, Meta ya trabaja en nuevas restricciones para los anunciantes.
Será a partir del mes de febrero de este año cuando sus nuevas políticas entren en vigor, específicamente en aquellos perfiles donde los usuarios sean menores de edad.
Con este cambio, el contenido promocional que podrán ver los adolescentes ya no será en función de su participación en la app, como suele ser para el resto de los usuarios.
Así serán las restricciones de publicidad en Facebook e Instagram
Además de dicha actualización, en marzo del año en curso los adolescentes también podrán controlar el tipo de anuncios que cada red les ofrece.
Esto lo podrán hacer desde la opción de «Preferencias de anuncios», eligiendo los temas que realmente quieren ver y aquellos que no están interesados en mirar.
Antes de esta noticia, Instagram ya había aplicado algunas restricciones, sobre todo aquellas destinadas a controlar la experiencia de usuario, de parte de los menores de edad.
De igual forma, desde el año pasado esta red social ya había implementado una función que mantiene a los adolescentes lejos de contenido perjudicial para ellos.
Sobre estas nuevas medidas que Meta aplicará en breve, la compañía informó que se dan porque están conscientes de que los menores de edad no cuentan con la capacidad necesaria para decidir sobre qué contenido consumir en Internet, ni tampoco sobre cómo se usan sus datos.
Según un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Carolina del Norte, estudiantes de entre 12 y 15 años de edad que revisan constantemente su redes sociales se vuelven muy sensibles a las recompensas sociales.
Por otro lado, el mismo estudio reveló que los adolescentes que crecen checando plataformas de social media con frecuencia, se hacen más hipersensibles a comentarios de sus contactos, además de influir en el desarrollo cerebral.