El tema ya no es novedad ni noticia… la llegada de Twitter a México de manera “oficial” ya tiene rato y ya ha sido criticado, analizado, estudiado, reseñado y adoptado por los millones de internautas mexicanos. Cada vez más y más el no tener una cuenta en una red social es de “viejitos” y muchos adultos que no quieren perderse de lo actual y lo  de hoy sacan su cuenta en cualquier red por muy diversos motivos: “te mantiendes al tanto” “es que ya por ahí te enteras de todo”, “me encontré con amigos que no veía hace años”, “me da chance de dar mi opinión”. En fin, todas las razones son igual de válidas, y en realidad, haciendo un poco de memoria son las mismas que utilizamos antes, cuando otros servicios empezaron a tomar fuerza. ¿recuerdan?. El correo electrónico (cuyo uso ya no está “in”, si no, pregúntenle a Mark Zuckerberg), los celulares e incluso un poco más atrás en el tiempo, el mismo Internet tuvo su buena cantidad de crítica y un período donde la idea “cuajó” entre la gente.

Hoy, “todo mundo” tiene una cuenta en alguna red social. En el caso de Twitter su despegue en nuestro Pais fue casi de la noche a la mañana y de pronto, por todos lados empezamos a escuchar sobre esta plataforma que le da una cierta voz a las personas para poder hablar lo que gusten y manden bajo la aparente protección de hacerlo de manera remota y desde la seguridad y desde una cuenta que bien o no puede llevar tu verdadera identidad. En Twitter puedes ser practicamente quien tu gustes y escribir cuanta verdad o mentira se te ocurra. En un lado más positivo, Twitter brinda la oportunidad de “conocer” a una persona que quizá de otra forma sería casi imposible, sin embargo, existe un efecto donde lo que alguien twittea se considera automáticamente cierto y de esta forma han muerto muchas personas que en realidad siguen vivas, gente ha perdido parejas, novios, amigos, etc.

Como ocurre normalmente cuando una buena idea “pega” (sobre todo las que son gratis), casi instantaneamente empiezan las copias, las celebridades lo utilizan como plataforma publicitaria y bajo el estandarte de “nos importa el cliente”, las empresas han hecho de Twitter su libro de quejas y una manera de hacer promoción gratuitamente y a millones de personas en tiempo real.  Aunque no vamos a críticar la labor que están haciendo, si les invitamos a tener cuidado con lo que escriben y sobre todo… Cuidado con lo que leen.

Nos tardamos mucho en abrir una cuenta, le dimos muchas vueltas a la idea, hicimos una lista de pros y contras con la intención de encontrar razones que no fueran las típicas de “nos importan nuestros lectores” o “es una excelente opción para ver como andamos” que al final acaban resultando puro verbo. Queríamos hacer las cosas bien y con la misma motivación con la que hacemos todo lo demás y no tener una cuenta que simplemente dobletee información o copie de otros sitios o solo esté ahí porque “es lo que se hace hoy”.

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