León Lederman escribió, a fines de los años ochenta del siglo pasado, el libro “La Partícula Divina”, el cual tiene más de 600 páginas y es un recorrido notable por toda la experimentación hecha por los físicos para llegar a entender la Naturaleza. Lederman, Premio Nobel también, nos muestra el sinfín de experimentos hechos en colisionadores de partículas, buscando hallar los elementos claves de las mismas, los elementos últimos, y así generar el llamado Modelo Estándar de la Mecánica Cuántica, tema del que muchos físicos notables han dicho: “si encuentran a alguien que dice entender la MC, puede estar usted seguro que se trata de un charlatán”. Si no me equivoco, la frase es de Feynmann.
Antes de los años 90 del siglo pasado, se sabía que había tres quarks que formaban el núcleo del protón, y pareciera que no habría más. De hecho, uno de esos quarks, el llamado “up”, no había sido demostrada su existencia y desde luego, todo parecía ser un problema de los experimentos que se hacían y la cantidad de energía que se requiere para tratar de que se haga presente esa partícula. De hecho, no sé si ya se ha demostrado la existencia del quark up y de ser así, probablemente sea el tema del siguiente premio Nobel.
Sin embargo, en el CERN, en el gran colisionador de hadrones, el equipo que trabaja en ese laberinto de imanes gigantescos y partículas que giran en un túnel circular de unos 27 kms., han dicho que han descubierto la existencia de los pentaquarks. Estas son partículas subatómicas en donde se ven cuatro quarks y un antiquark en estados específicos. Los científicos han especulado sobre la existencia de este tipo de partículas considerando el modelo actual que se tiene de la naturaleza de los quarks, pero no habían tenido evidencia sólida al respecto. Como se explicó, muchas pruebas anteriores eran como ver “siluetas en la oscuridad” pero gracias al estudio del decaimiento de la partícula bariónica, se tienen ahora muchos datos, además de mucho más precisos, en donde la única explicación posible a los resultados es la existencia de los pentaquarks.
Serán necesarias más pruebas para ver cómo este pentaquark se comporta y qué puede enseñarnos acerca de la física de partículas, pero esto implica aún mucho tiempo de trabajo y experimentos por demás sofisticados.
Referencias: