Parece que los usos para lectores mentales, más allá de un juego de mesa, videojuego o alguna otra actividad lúdica, ha adquirido carácter científico. Ahora, el sensor que recibe señales del cerebro de nombre EPOC de Emotiv, ha sido usado para conducir un automóvil.
El proyecto se llama BrainDriver y ha sido desarrollado por investigadores alemanes. El uso de la diadema, aunado a un poco de práctica y la programación adecuada (además de mucho equipo adicional) han devuelto resultados razonables.
Durante el video se puede ver que primero, el piloto de prueba entrena su mente para hacer que los comandos que el piensa se traduzcan en acciones dentro de una computadora. Acto seguido, la misma persona se encuentra a bordo del auto para realizar la misma tarea pero con el coche en movimiento.
Para que todo esto funcione, se instaló equipo que se coordina con el auto para darle instrucciones extra que permiten que este se desplace sin problema por las calles.
Por lo que se ve, es aún bastante inseguro realizar esos tests en calles transitadas, por lo que mejor se opta por continuar el experimento en espacio abierto. El mayor problema es que hay un pequeño retraso entre la instrucción mental y la acción en el volante, imperfecto que podría costar muy caro y causar accidentes.
Lo emocionante es que de verdad se siente como algo futurista el ver que el automóvil se mueva con el simple hecho de que el conductor lo piense. Seguramente hasta este punto, quien se ponga detrás del volante tiene que estar muy concentrado para que el sensor no confunda las órdenes mentales. Sería mala idea ir pensando en la cita del día anterior con la chica de sus sueños, ¿no creen?