Un estudiante de ingeniería, de 18 años, Chris Rieger, ha trabajado los últimos seis meses en la construcción de su luz que flota, que levita, al cual ha llamado LevLight System, en donde un LED flota a la mitad de la nada sin cables, recibiendo su energía de una bobina escondida en una caja de madera.
Evidentemente hacer flotar un pequeño LED —aunque éste obtenga su energía de forma inalámbrica— no parece un gran logro, pero esa simplemente un prototipo. Es claro que muchas otras cosas se podrían hacer perfeccionando esta idea. Como sea, el autor puede sentirse feliz y orgulloso de haber elaborado este proyecto y llevarlo a la conclusión con éxito.
El estudiante de ingeniería eléctrica de la Universidad de Queensland, Australia, se embarcó en este proyecto los últimos seis meses después de inspirarse en la escultura de Jeff Lieberman llamada Light bulb, de 2007. En este trabajo no solamente se suspende un foco incandescente entre dos bloques, sino que obtiene su energía de manera inalámbrica.
La parte fácil del trabajo —dice Rieger— fue el levitar el LED, el cual se hace vía efecto Hall. Sin embargo, más complicado fue dotar de energía de manera inalámbrica al LED en cuestión. Si tuviésemos que describir LevLight podríamos decir que es un curioso proyecto que implica montón de conocimientos eléctricos para poderlo realizar. Hay ayuda —desde luego— de la electrónica moderna, pero aún con esto presente, no parece sencillo montar algo como lo que Rieger logró.
Pero lo mejor es verlo en acción:
Referencia: Hack a day