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Los sismos no pueden predecirse

Después de la amarga experiencia este 19 de septiembre pasado, con un sismo de 7.1, es claro que tenemos que informarnos lo más posible y prepararnos para estas eventualidades. Esto podría bien incluso salvar nuestras vidas en algún momento.

Con el sismo del 19 de septiembre del 2017, la información empezó a correr por redes sociales, medios informativos electrónicos, prensa, etcétera. Mucha gente hoy en día se “informa” en Internet y en ocasiones lo hace desde las redes sociales, lo cual no es una buena idea en general. La razón de esto es que en Facebook o Twitter hay de todo, aquel que quiere ayudar y aquel que simplemente cree que es divertido soltar aseveraciones absurdas o increíbles, por ejemplo, que el sismo se provocó gracias al programa HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program), el cual es casi un arma de destrucción masiva por parte de los estadounidenses, en una clara maniobra conspiratoria, o bien, que después del sismo del 19 vendrá uno peor que matará a media ciudad.

Pero todo esto son especulaciones que no tienen fundamento y es casi criminal escribir este tipo de afirmaciones porque parece ser que sólo buscan asustar a las personas. Y como la mayoría de la gente en México no está preparada, no lee, se cree todo lo que le dicen y este parece ser ya un ejemplo clásico.

Cobertura en vivo: Se registra intenso sismo con magnitud de 7.1 con epicentro en Puebla

Por una parte, por más que haya quien sienta que el hombre es el rey de la creación, ningún proyecto humano puede manipular las cosas para generar un sismo de magnitudes importantes. Eso es francamente ridículo. Este terremoto del 19 de septiembre pasado nos ha mostrado cómo la vida del ser humano puede acabarse de golpe, sin previo aviso, mostrando nuestra fragilidad, aunque nos consideremos invencibles. Pero por otra parte, sí hay esfuerzos para tratar de predecir los sismos, aunque a la fecha, nadie ha podido lograrlo con un éxito constante.

Por ejemplo, se ha mencionado hasta el hartazgo que en la falla de San Andrés, que está en California, pronto vendrá un sismo de grandes proporciones. Los estudios de los sismólogos sospechan esto y llevan haciendo esta predicción desde hace años sin que haya ocurrido nada hasta ahora. Y entonces, la predicción así no sirve, porque no tiene fecha ni cercana ni lejana, vamos, solamente se supone que por la energía que se acumula en dicha falla, debería ocurrir un sismo próximamente.

Este es el mapa creado por la comunidad para ayudar a todas las víctimas del sismo

Pero esto es lo mismo que decir que voy a predecir que se caerá un avión en cuyo logotipo está el color azul. Primero, esta predicción tiene truco porque muchas aerolíneas tienen en sus logotipos el color azul. Por otra parte, si no doy fecha, número de vuelo o cierta cercanía al respecto, pues la predicción puede o no ocurrir. Claro, si ocurre, entonces quien recordará el asunto es quien la hizo, pero si no pasa nada, esta misma persona bien se quedará haciendo mutis al respecto para no pasar por idiota.

Pero hay trabajos serios estadísticos al respecto de la predicción de temblores, pero todos estos sin resultados que puedan ser usados para por ejemplo, proteger a la población si se sabe que -digamos una semana- va a temblar en cierta región con toda certeza. Vamos, no existe la mínima certeza y además, parece ser improbable que la predicción de sismos se haga una realidad en un futuro ni de mediano plazo.

Las técnicas que usan los sismólogos para intentar predecir un sismo, se asocian a fenómenos vistos en sismos anteriores: campos electromagnéticos, patrones de sismicidad, nubes inusuales, producción de hidrógeno y radón del suelo en aguas subterráneas, comportamiento animal y hasta fases de la Luna. Aún así, a pesar de todos estos conceptos, la predicción de sismos sigue estando fuera del alcance de la ciencia.

Consejos de lo que NO debes de hacer para ayudar en el sismo

En 1975, por ejemplo, sismólogos chinos predijeron que podría ocurrir un terremoto y evacuaron con éxito a un millón de personas un día antes del terremoto de Haicheng, el 4 de febrero de 1975. Sin embargo, a las dos semanas hubo otro devastador sismo en China que nadie pudo predecir.

Así entonces hay que estar informados y alertas: los sismos son impredecibles y por ende, hay que tomar las acciones que correspondan. Los simulacros no son un divertimento para pasearnos diez o quince minutos cuando nos desalojan de los edificios y centros de trabajo. Hay que tomarlos con seriedad. Una cultura de prevención es ya una necesidad.

Y sí, se nos olvida fácilmente lo que se vivió en el 85 porque sí, pasó hace 32 años que es mucho tiempo, pero la Naturaleza nos vuelve a advertir poniéndonos otro sismo terrible. Tenemos que pensar que hay que tomar este tema con la mayor seriedad.

Un reporte del sismológico nacional da más información sobre el pasado sismo y sus réplicas. Puede descargarse de aquí.

Referencias: Wikipedia 

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