Científicos del Laboratorio de Robótica de Bristol se encuentran trabajando en robots fabricados con materiales que resulten biodegradables cuyo impacto no sea perjudicial para el planeta.
Todos hemos pensado en la gran utilidad que un ejército de robots haciendo nuestras aburridas y monótonas tareas tendrían en nuestras vidas. No obstante, hasta ahora, nadie había pensando en que los componentes con los que se han fabricado tendrían un impacto ambiental extremadamente negativo.
Con un fondo de $324 mil dólares por parte del Leverhulme Trust, un par de científicos ingleses aceptaron la misión desarrollar en un plazo de dos años robots que se descompongan eventualmente y cuyo desarrollo sea totalmente autónomo, creando total independencia de los humanos en su funcionamiento diario.
El problema con dejar que los robots del futuro hagan todas nuestras tareas de forma autónoma es que estos jamás cesarían de trabajar, al hacerlos biodegradables, estos simplemente se extinguirían, fomentando un sano ciclo de reemplazo y desechos de unidades usadas y viejas.
el profesor Jonathan Rossiter, líder del proyecto, dice tener fe en su misión de encontrar los materiales idóneos para la fabricación de robots. Sin embargo, esta búsqueda no sólo se trata de materiales, si no de manufacturas, durabilidad ante las temperaturas y los elementos y, lo más importante, costos.
Los robots actuales desempeñan labores de desactivación de bombas, manufactura de productos, entre otras cosas. Sin embargo, su uso podría expandirse tanto que en unas pocas décadas, nuestras casas y ciudades se vean invadidas por millones de unidades de limpieza, transporte, seguridad y vigilancia.
Otras iniciativas como la creación de medusas artificiales que vivan por siempre buscan el efecto contrario al de estos robots.
Fuente: Universidad de Bristol