Joshua Davis de Wired publicó un artículo al respecto y en ese texto se habla de un caso particular de unos estudiantes en Matamoros. Como sucede en muchas escuelas del país, los alumnos en la escuela José Urbina López en Matamoros no tienen un fácil acceso a Internet, a computadoras o hasta a electricidad continua.
En esa situación y viviendo en un lugar donde la muerte causada por la guerra contra el narco no es algo extraño, muchos podrían pensar que estos estudiantes no tienen posibilidades de sobresalir, pero gracias al nuevo método de enseñanza que está aplicando Sergio Juárez Correa, el maestro de un grupo muy particular de alumnos de primaria, sus estudiantes estuvieron en los primeros lugares nacionales de ENLACE y han sido calificados por medios internacionales (como Wired) dentro de “la siguiente generación de genios.”
Basándose en la investigación propia a través de libros e internet, Juárez Correa se encontró con el trabajo de Sugata Mitra, que es un profesor en la Newcastle University. En las últimas décadas, Sugata Mitra condujo experimentos en India que consistieron en darle acceso a las computadoras a varios niños sin darles instrucciones sobre cómo usarlas. Para la sorpresa de muchos, los niños descubrieron solos cómo funcionaban y aprendieron montones de cosas sobre temas variados.
Claro que Sugata Mitra no es el único que ha hecho algo así y alrededor del mundo ya hay sistemas enteros basados en la libertad de aprendizaje como Waldorf y Montessori. En otro caso en que Nicholas Negroponte, cofundador del MIT Media Lab, le proporcionó 40 tablets a un grupo de niños en pueblos de Etiopía, ellos hasta las hackearon sin instrucción alguna para poder usar la cámara.
Con ese tipo de bases, Juárez Correa llegó un día al salón de clase y declaró que ahora los mismos estudiantes decidirían qué aprenderían. Improvisando, pues en lugares como los países nórdicos los maestros se preparan para proporcionar este tipo de educación, Juárez Correa incitó a sus estudiantes a debatir temas controversiales como la homosexualidad, les planteó problemas matemáticos que ellos mismos debían explicar y encontrar cómo resolver y les enseñó sobre la democracia al invitarlos a elegir representantes que fueran los que decidieran y administraran las reglas y la disciplina dentro del grupo.
En cuanto a los problemas matemáticos, una estudiante de Juárez Correa llamada Paloma Noyola que perdió a su padre mientras cursaba el año escolar, demostró una habilidad innata para las matemáticas comparable a la de Carl Friedrich Gauss, un reconocido matemático alemán nacido en 1777. Por requerimientos del sistema educativo mexicano, los estudiantes de Juárez Correa se vieron obligados a hacer la prueba ENLACE que “mide conocimiento” típica de las escuelas mexicanas, cosa que al maestro le pareció terrible. El caso es que cuando se publicaron los resultados en Internet, la mayor parte de sus estudiantes estaba arriba del 99.99% de los demás mexicanos y Paloma había sacado la puntuación más alta en matemáticas a nivel nacional. Después de eso, a la niña se le otorgaron diferentes premios y viajó al D.F. para recibir su reconocimiento.
Aunque sus alumnos hayan destacado en una prueba académica que tiene como objetivo medir el conocimiento, Juárez Correa aún considera que estos exámenes son establecer un límite y dice estar más interesado en lo que sus alumnos “pueden hacer” más que en lo que “saben”. Como les explicó Juárez Correa a los estudiantes, puede que no tengan la misma tecnología que otros niños, pero sí tienen el mismo potencial. La clave para desarrollarlo está en enseñar de una forma que no sea tan típica de una era arcaica en la que se buscaban robots silenciosos que pudieran repetir y memorizar procedimientos; lo que ahora se necesita en la era digital es innovación, creatividad y libertad de pensamiento para impulsar el talento de estudiantes como Paloma.
Como montones de niños en las ecuelas tradicionales tienen problemas para seguir con el programa y más bien establecen su propia agenda y sobresalen por su cuenta, Juárez Correa tiene razón al decir que no importa lo que sepas tanto como lo que seas capaz de hacer. El futuro –y lo verdaderamente relevante– está en la manera en que las personas puedan adaptarse a la situación (y a la tecnología), encontrar su propia forma de resolver un problema y cuestionar a la autoridad estando conscientes de que no todo lo que se nos enseña es correcto, cierto o una ley universal. Wired tiene razón al establecer que con un nuevo método de enseñanza podría aparecer una generación entera de genios, pero antes de que eso suceda, el mundo tiene que entender que un cambio general en el sistema educativo es necesario.
Referencia: Wired