Hace un par de días tocaron la puerta de mi casa. Era un empleado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que me preguntaba si podía cambiar los medidores de luz de la casa por los nuevos digitales. De entrada le dije que no, porque no había ningún oficio petitorio y además, que no sabía de este cambio porque no se había anunciado en ninguna parte.
El empleado dijo que no anunciaban nada porque «la CFE no tenía dinero para anuncios», eso dijo, lo juro. Le comenté que eso era una mentira. Pero que más allá de eso, no sabía si los nuevos medidores serían de pre-pago o si me cobrarían algo por este cambio. El empleado aseguró que no eran de prepago, que eran marca «Siemens» y que el cambo era gratuito.
De nuevo no le creí. Le dije que no le permitía cambiar nada hasta saber más del asunto. Prometió regresar con el Diario Oficial, con el decreto específico de este tema y además, me traería las especificaciones de los nuevos medidores para que viese que no eran de pre-pago y que no había ninguna trampa.
Pero me informé entonces. Los nuevos medidores funcionan así: el pago se hace mensualmente (no bimestralmente como antes) y además es un pago programado, por lo que -dice la CFE- «te olvidas de las estimaciones de tu consumo de electricidad, ya que tú mismo realizas la lectura de tu medidor y en caso de suspensión del servicio, tú mismo puedes hacer la reconexión».
Dicho de otra manera, ya nadie va a venir a hacer la lectura del medidor, con lo que supuestamente se evitan errores humanos. Pero por otra parte, ahora la CFE tendrá una manera simple de cortarte la luz si te atrasas. Eso es para empezar.
Pero sigamos. El pago programado funciona así: i. debes elegir el día de tu pago en alguna de las fechas disponibles: 1, 5, 10, 15, 20 o 25 del mes en curso. La CFE aclara que No hay incremento en el costo de la luz al realizar el cambio de un pago tradicional al pago programado y que además, La activación, el medidor y la tarjeta son totalmente gratis.
¿Gratis? No está muy claro. Hay muchos reportes de gente que ha tenido en su recibo un nuevo rubro por 300 pesos que parece ser tiene que ver con una fianza del medidor nuevo. Es decir, eso de que es gratis está por verse. Y el problema es que ya nos conocemos demasiado y las mentiras del gobierno son cotidianas. Por ello, hay que andarse con mucho cuidado.
Pero el chiste del cambio es que, aunque no sea de pre-pago, desde el nuevo medidor la CFE podrá quitarte la luz desde un sistema en red, directamente, sin tener que mandar a alguien a que te corten la luz por falta de pago. Es decir, que como siempre pasa en este país, esto podrá ser un problema porque habrá abusos por parte de la CFE y el consumidor estará -para variar- sin ninguna defensa ante acciones unilaterales por parte de la CFE.
Cabe señalar que desde que inició el cambio de medidores, que en realidad es un plan de la CFE para reducir pérdidas por la manipulación de los mismos, las sorpresas por cobros exageradamente altos, ha sido el pan de cada día. Según la CFE sin embargo, del 2016 al 2017, su filial CFE Distribución, ha detectado 647902 anomalías en más de 3.5 millones de revisiones, principalmente en tarifas residenciales y comerciales. Aquí se incluyen usos indebidos de la energía eléctrica, equipos de medición modificados o vandalizados, obsoletos, dañados y fallas administrativas en las que se consume energía eléctrica sin pagarla.
Pero por su parte, los consumidores han reportado a la Profeco 2,468 quejas del 1 de enero al 20 de marzo del año pasado, contra la CFE, por la inclusión de cobros luego de la colocación de los nuevos equipos de medición. Las principales reclamaciones son la negativa a corregir errores de cobro, errores de cálculo y cobros de cuotas extraordinarias.
Por ello, la Profeco recomendó abstenerse de contratar esos aparatos, así de simple y llano. Y cabe decir que la CFE no puede obligar a los ciudadanos a cambiar sus medidores porque los que ya tienen fueron pagados en su oportunidad a la CFE. Personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no tiene autorización para obligar a los usuarios a cambiar sus medidores convencionales a digitales, y mucho menos hacerlos sin previa autorización.
Es claro que los nuevos medidores sirven para muchas cosas, además de llevar un mejor control de la cantidad de energía eléctrica que se consume. Bajan los costos para la CFE porque se elimina el tema de mandar a alguien a hacer la lectura de los medidores. No se requiere de nadie para cortar la luz cuando el usuario deje de pagar y además, supuestamente el nuevo sistema podría notar diferencias entre el consumo y la medición del aparato, lo que podría suponer que el medidor está funcionando mal, o bien, alguien le puso un «diablito» para que mida menos, etcétera. Igualmente, el tema de los recibos empezaría a desaparecer y además, el cobro sería mensual.
¿Y las ventajas para el consumidor? Sigo sin verlas. Ahora además de pagar por la luz, hay que preocuparse como usuario de tomar la lectura, ir a pagar y esperar que no hagan alguna tontería o que el sistema funcione mal y que la CFE decida cortar la luz de forma automática sin ningún aviso previo.