Los virus -estoy plenamente convencido- son un problema del pasado. El sistema operativo más atacado desde el inicio de esta problemática fue el de Microsoft, primero MsDOS y luego las N versiones de Windows. Los programadores sacaban ventaja de los agujeros de seguridad y un día sí y otro también, creaban un nuevo bicho informático que cuando le caía a alguien, le causaba más de un dolor de cabeza.
Pero este esquema no podía seguir hasta el infinito. Las empresas antivirus escribieron programas que revisaban los archivos que podían ser infectados e incluso había algunos que tenían un catálogo de «firmas electrónicas», una manera de identificar de qué virus se trataba y así además, poder solucionar el problema en particular. Además, es claro que hay una cantidad finita y numerable de formas de infección y por ello, los programadores de virus no pueden generar nuevas maneras para infectar un sistema y si éste se encuentra bloqueando esos caminos de infección computacional, el sistema no podrá ser dañado.
Pero ahora, los sistemas operativos, particularmente hablo de Windows, ya tiene un programa llamado «Defender», que se encarga de que el sistema no se contamine. Google Chrome, por ejemplo, tiene algo parecido porque se toma la libertad de bloquear los archivos que considera peligrosos y sí, da una opción al usuario para desbloquearlo pero se toma atributos que quizás no debería, en pro de defenderse del software malicioso.
Hablo de este tema porque me llega un correo de una empresa de seguridad informática, ESET, en donde indican que: «El Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, compañía líder en detección proactiva de amenazas, alerta sobre una nueva campaña de propagación de phishing, que circula utilizando la identidad de la entidad financiera MasterCard para robar datos de los clientes. Este hallazgo sucede pocos días después de identificar un caso similar pero vinculado a otra reconocida emisora de tarjetas de crédito, Visa, en una estafa que usaba sitios gubernamentales».
Bueno, seamos sinceros, las campañas de phishing circulan a diario. Hace rato, sin ir más lejos, recibí un mensaje que me llevó a una página del banco Santander -supuestamente. Lo curioso del asunto es que la página era www.satander.com.mx (sí, como satán), que claramente no es la del banco. El laboratorio de investigación de ESET, tendrá ese nombre rimbombante pero no se necesita más que un poco de sentido común y saber que en el phishing te mandan a enlaces que dicen ir a una página y te mandan a otra. Vamos, que mucha investigación criminalista no creo que haya que hacer para darse cuenta de que era phishing lo que ellos analizaron con tanta profundidad. Lo que me parece simpático es que avisen en su lista de correos a todos como si dicha empresa trabajara incansablemente por defender nuestras máquinas.
En mi opinión, estamos viendo un ejemplo de los estertores de una industria que dejará de existir como tal. Las empresas antivirus ya no tienen, ni lejanamente, el poder que tuvieron por muchos años. El problema de los virus es un problema resuelto, no me cabe duda. Y una «prueba» de ello es que en las noticias cotidianas que se tienen en los portales de tecnología, las notas sobre virus prácticamente casi no existen o suman cero. Y conste, no es que de pronto no haya una nota, pero la realidad es que ya no es tema.
Puedo entender que ESET quieras seguir vendiendo sus soluciones antivirus, y que nos hable con frases como «compañía líder en detección proactiva de amenazas», pero la verdad, mandar un comunicado de prensa alertando sobre un phishing más, sólo habla de que el negocio de los antivirus ya no es como antes. Si sirve de consuelo, esto mismo pasa con el negocio de la música, los libros, los videos, las películas, la fotografía, etcétera. Las cosas en el 2016 ya no son como hace 15 o 20 años atrás.