Tener autos que se manejan de forma mecánica, sin necesidad de un conductor humano, es una de las últimas hazañas del cómputo y de la inteligencia artificial. Conducir un coche de forma autónoma es en términos reales mucho más difícil que, por ejemplo, crear un mecanismo de piloto automático para los aviones.
En el mundo de los automóviles se tienen de entrada muchas más variables a controlar, por ejemplo, la cercanía de otros vehículos, los altos, situaciones con mucho o poco tráfico, etc.
Los vehículos autónomos, por otra parte, plantean una situación complicada: ¿cómo lidiar en el caso de que el automóvil vaya por un trayecto determinado y de pronto se le crucen unos peatones; ¿qué decisión debería tomar? ¿buscará frenar aún a riesgo de dañar a los pasajeros del auto o bien, decidirá que los peatones tienen menos valor en sus vidas y no tomará reparo en seguir su camino incluso lastimando a los peatones?
Éste es un dilema sin solución. Por ello, simplemente hay que decidir qué criterios son los que se establecerán para estos mecanismos autónomos.
Por ejemplo, Mercedes Benz cuando decidió fabricar coches que se manejasen autónomamente, decidió tomar algunas decisiones sobre cómo estarían programados. Entre sus decisiones más valiosas, se prioritiza la seguridad de los que van en el auto sobre los peatones.
Obviamente esto es un asunto polémico por el dilema ético que representa, pero el fabricante piensa que es más seguro salvar las vidas que se tienen dentro del auto y en donde hay más posibilidades de control.
“Si usted sabe que puede salvarse al menos a una persona, al menos sálvese a ésta. Salve a la que va en el auto”, dice Christoph von Hugo, gerente de sistemas de manejo asistencial de vehículos de Mercedes Benz.
Pero para él, la discusión es bastante estéril: los coches computarizados serán capaces de reaccionar de formas que ningún ser humano haría. Lo que sí debe quedar claro es que prioritizan el no chocar, en primer lugar.
Alemania ya ha empezado a poner regulaciones para que los vehículos autónomos puedan circular. Una de las más importantes es que el daño material siempre tiene precedencia sobre el daño personal, por lo que el auto no debe ni puede clasificar a las personas con base en su edad o en otros atributos además que que el fabricante siempre será el responsable. Por ello, los fabricantes como Mercedes Benz han prioritizado al conductor.
Obsérvese este video ilustrativo de un coche que se maneja de forma autónoma. Se ve formidable la idea.
En todo caso, debe quedar claro que las implicaciones éticas en el caso de accidentes o crisis cuando un sistema automatizado conduce un auto, no están aún muy claras.
Referencias: Inverse