La electrónica digital moderna es muy poderosa. Baste ver la cantidad de teléfonos inteligentes hay, muchos de ellos cada vez más delgados, menos pesados que los anteriores y con más capacidades que nunca. Una de las virtudes de los dispositivos móviles modernos es la conectividad inalámbrica, ya sea por WiFi, Bluetooth o bien, las redes telefónicas 3G y 4G. En cualquiera de los casos tenemos de pronto pequeños aparatos electrónicos que sin cables se conectan unos con otros para recibir, mandar información e incluso, para tomar ciertas acciones de acuerdo a condiciones específicas que uno defina.
En la electrónica digital para el aficionado tenemos el Arduino, una tarjetita que permite programarse a través de lenguajes de alto nivel y que además, en la mayoría de los casos son de código abierto y gratuitos. Lo mismo pasa con el Arduino. Aunque uno puede comprar la tarjeta original a los creadores y fabricantes de esta idea, también pueden hacer su propia tarjeta pues es de hardware abierto, es decir, se tienen todos los elementos para que cada quien, si lo desea, construya a mano su propia tarjeta Arduino.
La tarjeta Arduino Uno, por ejemplo, está diseñada para poder conectar encima de ella sistemas que hagan cosas, llamados Shields (en referencia a que ocupan la parte superior de la tarjeta y forman una especie de “escudo” protector de la electrónica del propio Arduino). Uno de estos shields, por ejemplo, permite tener conectividad inalámbrica vía WiFi o Bluetooth. Esto incrementa, desde luego, el costo del Arduino y del proyecto que estemos desarrollando.
Pues bien, a un grupo de ingenieros en electrónica se les ocurrió crear entonces un Arduino con Bluetooth integrado, al que llamaron LightBlue Bean+. Esta tarjetita es básicamente el Arduino que puede ser programado vía Bluetooth LE. Y no sólo se puede hacer esto. La tarjeta permite recibir comandos remotamente y esto hace que las cosas sean mucho más fáciles de interactuar pues el protocolo Bluetooth está en muchísimos dispositivos esperando para ser usados.
El sistema puede también actuar como un iOS o Android de manera que se puedan crear varios sensores del tipo IoT. A pesar de ser un prototipo, la tarjeta parece muy robusta y llena de trucos. Esto es lo que cualquier hacker en electrónica le gustaría tener.
El sistema está en crowdfunding (Kickstarter) y se espera que se lance en diciembre de este año. El equipo ha logrado ser apoyado por más de 100 mil dólares, 70 mil más de lo que buscaban, que eran unos 30,000 dólares.
Referencias: