Así las cosas, decidí irme a Amazon a buscar el libro que quería comprar. Lo encontré para Kindle y con un solo click ya lo tenía en mi nube de libros electrónicos comprados. Es la manera más rápida de gastar dinero casi sin darse cuenta. Pero estaba ya ahí, literalmente inmediatamente, mi libro comprado, el cual pude empezar a leer en una tablet Android a través de la app Kindle para este sistema operativo.
La verdad es que por mucho tiempo pensé que los libros electrónicos no pasaban de ser una versión digital de los libros impresos, pero la realidad es que son mucho más. Para empezar, se puede cambiar la tipografía, hacer la letra más grande, pedirle al sistema que ponga sugerencias a las palabras difíciles (sobre todo en inglés), que me ayudan a entender de pronto cuando el texto se pone más complicado en el idioma de Shakespeare. Se acomodan al tamaño de pantalla que tengan disponible automáticamente. Puedo además poner notas, subrayar, etcétera ysi no quiero ver esas notas, puedo esconderlas cuando me plazca. Digamos que un libro electrónico es como enriquecido, con funciones imposibles de hallar en el papel. Y si a esto le añadimos que cuesta unos dos o tres dólares menos que la edición impresa (sin considerar gastos de envío), las ventajas parecen ser mucho mayores que los contras.
Probablemente es que para obtener todas las ventajas de los e-books, lo que deba hacer es comprarme un Kindle o un lector de esta naturaleza, porque como usa tinta electrónica, eso es lo más parecido al leer en papel ya que no brilla como cuando se lee en una tablet. Es un costo extra de unos 2 mil pesos, aproximadamente, pero tal vez valga la pena si soy un lector asíduo.
Los libros en papel tienen una ventaja indudable. Existen físicamente. Puedo prestárselos a quien quiera. Puedo leerlos y venderlos si ya no me interesa conservarlos (¿se puede hacer eso con los libros electrónicos?). Puedo igualmente hacer notas pero eso sí, no puedo cambiar el formato de libro y el tipo de letra, nada. Puedo dejarlo en el coche un día caluroso y no le pasa nada. Puede mojarse y puedo leerlo a pesar de eso. No necesito energía eléctrica para leer un libro en papel, en contraposición con el libro electrónico.
Aunque ya antes había comprado publicaciones electrónicas, hasta ahora me doy cuenta de que estas versiones en ceros y uno están «recargadas». Tienen una serie de opciones que nos permiten sacarle mucho más jugo a los libros leyéndolos de esta manera. ¿Pero usted, lector/a binario/a de unocero qué opina? ¿Prefiere los libros electrónicos o se va por los de papel? ¿Cuál será el futuro de esta tecnología? Algún comentario,