El papel electrónico no es una novedad, pues se fabrica desde 2007 —en un principio sólo en blanco y negro—, pero hasta ahora le faltaba una característica esencial para parecer papel real: la flexibilidad. LG ya desarrolló esta propiedad y ha comenzado a producir masivamente el producto.
Los dispositivos con este tipo de pantalla tienen la ventaja de que nos permiten ver texto e imágenes con más claridad y definición que una pantalla de computadora, un celular o una tableta. Esto se debe a que no producen luz, sino que la reflejan, con lo que ahorran mucha más energía que las pantallas actuales.
Como ya hemos comentado en unocero.com, el uso de libros electrónicos se ha expandido hasta el punto de suponer que pudiera haber una revolución aún mayor en el modo de lectura (aunque siempre estaremos los que defendamos el libro impreso). Es entonces que empresas como NextPapyrus incursionaron en el mundo del papel electrónico flexible, preparado, incluso, para aguantar los golpes de un bate de baseball.
Según LG, en abril ya se podrán adquirir dispositivos con pantallas más duraderas que las de cualquier otro dispositivo en el mercado, capaz de doblarse en un ángulo de hasta 40º. El material procede de E-ink, la misma empresa que suministra el papel electrónico a Amazon para sus Kindle.
Según explicó LG, este material flexible se compra en grandes rollos que luego cortan en trozos de 6 pulgadas. La pantalla resultante tiene una resolución de 1024×768 y está formada por tres capas: una de polímeros, una de transistores y una protectora.
La diferencia con cualquier otra pantalla es que el polímero contiene millones de cápsulas flotantes en un gel, que al ser estimuladas se mueven para mostrar un lado negro, blanco o a color para formar motivos gráficos. En el caso de las pantallas flexibles, éstas incluyen sustratos de plástico, así como electrónica plástica para el soporte del material.
Según LG, si este papel cae al suelo, el daño suele ser menos que el sufrido por los lectores convencionales. Inclusive, hicieron pruebas al golpear el material con un martillo y resultó sin marcas.
Más allá de los e–readers, la imaginación nos lleva a plantearnos celulares, tabletas o computadoras con este material. Es probable que más de uno se evite la sorpresa de sacar de su bolsillo un teléfono con la pantalla estrellada por haberse sentado en él.
Fuente: BBC Mundo.