Nosotros somos dados a pensar que como raza hemos logrado cosas por demás impresionantes, aunque algunas de ellas ya han estado con nosotros desde antes, mucho antes de que nosotros pudiésemos hacer algo siquiera parecido (por ejemplo, el poder volar). Un caso por demás simpático es el de las hormigas, que por ejemplo, cazan por alimentación de la misma manera que funciona el protocolo de Internet TCP – Transmission Control Protocol, asunto que, desde luego, se hizo mucho antes de que siquiera existiese la red de redes.
Todo parece tener que ver en cómo las hormigas hambrientas obtienen sus alimentos. De la misma manera en que TCP toma la transmisión de datos. Si el primer paquete, el paquete inicial, indica que el ancho de banda está limitado, las hormigas mandarán grupos pequeños de hormigas a buscar el alimento. Esto es, si quienes han ido por comida tardan demasiado, entonces se mandan grupos más pequeños para ver si pueden traer alimentos.
De acuerdo a la publicación Stanford News: la razón por la cual las hormigas hambrientas dejan el nido en busca de alimento corresponde a la cantidad y disponibilidad de la comida. Una hormiga no regresará al nido hasta que halle alimento. Si hay muchas semillas, por ejemplo, las hormigas regresarán más rápido y más hormigas dejarán el nido para ir por alimento. Sin embargo, si las hormigas llegan con las manos vacías, entonces la búsqueda se alenta e incluso, se cancela.
Ahí acaban las similitudes con TCP. Las hormigas usan la técnica de TCP al iniciar, mandando una ola de hormigas (paquetes) para darse una idea de la cantidad relativa de comida (ancho de banda), antes de escalar los números para arriba o para abajo. Igual ocurre cuando la conexión hace un time out, entonces la fuente deja de mandar paquetes. Las hormigas se detendrán y no mandarán a grupos de hormigas si no regresan en unos 20 minutos.
Balaji Prabhakar, uno de los descubridores de esto, dice que el comportamiento es de antes de la era de Internet y pudo haber influenciado su diseño (aunque seamos francos, dudo que los creadores de TCP hayan siquiera pensado en las hormigas hambrientas al crear el protocolo). Evidentemente esto ha dado pie a tratar de hallar otros comportamientos que para algunos investigadores no son más que algoritmos que la naturaleza ha desarrollado, mucho antes de la existencia de la red Internet.
Referencia: Gizmodo