En un mundo actual en el que queremos todo a la mano, digerido y fugaz, es comprensible que recurramos a aplicaciones para hacer ejercicio por la facilidad de llevar a cabo una rutina “apropiada” para nuestra salud, pero ¿te has preguntado si las aplicaciones que utilizas constan de fundamentos médicos?
Sabemos que tener un entrenador en nuestro bolsillo es sumamente cómodo y práctico, además de que las dinámicas implementadas en las aplicaciones de ejercicio hacen que nos motivemos para realizar ciertas actividades. Sin embargo, la mayoría de estas aplicaciones carecen de criterios científicos; por lo tanto, podrían ser muy perjudiciales a nuestra salud.
Seguramente te has encontrado con actividades que constan de hacer tales ejercicios en determinado tiempo, o correr a tal velocidad en una distancia establecida, pero ¿quién dice que eso es lo correcto y lo que necesita nuestro cuerpo?
Es de vital importancia tomar en cuenta que no todos los usuarios que utilizan dichas aplicaciones poseen las mismas condiciones físicas, anatómicas o biológicas. Quizá para lo que alguien podría ser óptimo, para otras personas no. En pocas palabras, no deberíamos asumir que las rutinas presentadas en la aplicación son útiles para todos.
Durante una conferencia de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, Greg Hager, científico informático, aseguró que las aplicaciones para hacer deporte podrían incluso ser dañinas para las personas que las utilicen con el fin de llevar a cabo una vida saludable. En la App Store hay más de 165 mil aplicaciones de salud, pero solamente un mínimo porcentaje se caracteriza por tener fundamentos médicos.
Por supuesto que no está mal utilizar estas aplicaciones para mantener hábitos en beneficio de nuestra salud, pero debemos ser conscientes y utilizarlas de manera sensata. Pueden llegar a ser un buen complemento a otros aspectos para mantenerse en forma, es decir, lo mejor es acudir a un médico para que evalúe las posibilidades, las condiciones biológicas y, de esa forma, que brinde una rutina más adecuada para nosotros.
Si eres una persona que no está acostumbrada a hacer deporte, podría ser muy peligroso que comenzaras con rutinas exhaustivas de ejercicio. Comienza con lo más básico para que tu cuerpo se acostumbre y no corra peligro alguno.
Además, no sólo entra en juego la salud, sino que también se podrían sufrir algunas lesiones graves. Es una excelente idea tener fuerza de voluntad y querer cumplir ciertos objetivos, pero es absurdo pensar que las rutinas impuestas sean funcionales para todos por igual.
Referencia: The Guardian