Después de años de no regresar a Windows, he estado usando una ultrabook que me prestó Lenovo, la nueva Yoga Pro 3 con Windows 8.1. Aunque ya todo el mundo quiere olvidarse de esta versión del operativo –comenzando por Microsoft- lo he tenido que usar ya que al instalar y actualizar al último “build” de la versión previa de Windows 10, algo pasa y no arranca. Así es que en esta etapa de usar el Windows que a muchos no les gusta, decidí no instalar Chrome y no usar ninguna aplicación de Google… es decir, no Gmail, no el buscador, nada de nada (tengo que aclarar que sí tuve que usar Drive pues ahí tengo archivos que necesito para trabajar, pero nada más). Volver a usar “todo Windows” ha sido una combinación de buenos y malos recuerdos. En general la experiencia con este equipo (el hardware) es buena, la pantalla es touch y se dobla completamente para poder usarla como tableta, arte que todavía no domino y no creo necesitar. Lo más que he hecho es ver una película con el equipo en modo invertido y todo bien.
Menciono el “cero Google” porque pensé que extrañaría muchísimo Chrome y las apps relacionadas, pero la verdad es que no. Internet Explorer puede ser todo lo malo del mundo pero me ha funcionado hasta el momento sin mayor problema y descargué la versión de prueba gratis por 30 días de Office, en donde estoy escribiendo esto. Hace poco la firma mostró finalmente Edge, que reemplazará al Explorer y me imagino que les costará mucho trabajo quitarle puntos de mercado a Chrome, así es que será muy interesante conocer todos los detalles.
Lo que sí no me acostumbro, por más que le ponga buena voluntad, es a vivir entre los dos mundos que propone Windows 8, es decir, el modo de escritorio tradicional que todos nos sabemos de memoria y el modo que antes se llamaba Metro y que fue diseñado, me imagino, para pantallas touch. Lo bueno es que se puede dejar de ver este modo y encender directamente en el escritorio de siempre.
Windows 10 promete ser una mejor versión y por lo menos lo que hemos podido probar en Unocero ha funcionado muy bien. Ahora bien, ¿es bueno Bing como buscador? No tengo la respuesta perfecta, pero para lo que lo he usado, búsquedas muy simples, me ha funcionado. La fuerza más difícil de vencer es la de la costumbre y creo que estaba muy acostumbrado a los productos de la empresa de Mountain View. ¿Me quedaré usando Windows?… esa sí que es una pregunta complicada.
Sobre la Yoga Pro 3
Interesante producto… disco duro de estado sólido de 256GB, procesador Intel Core “m” de las nuevas versiones para equipos de este tipo. La experiencia de uso es satisfactoria, el teclado es sólido y no “se hunde” como tantas otras laptops por ahí. Hay que pensar muy bien en el asunto de que se dobla la pantalla para dejarla como tableta y ver si conviene, ya que esta funcionalidad le pega al precio. El software de Lenovo es amplio y variado, aunque se le puede quitar la mayoría, existen unas aplicaciones para darle la funcionalidad al modo tableta que son indispensables. El audio es JBL y se escucha bien, nada que rompa récords pero sí mucho mejor que otras máquinas.