Puede que el mayor genio de la física fuera Albert Einstein, premio Nobel en 1921 por el Efecto fotoeléctrico. Él nos enseñó a ver el mundo con ojos renovados y nos mostró la teoría de la relatividad; además, la concepción de la física moderna no tendría asidero si no hubiese revolucionado al mundo con sus ideas.
Desde el 19 de marzo inició un proyecto para digitalizar todos sus archivos y se espera que siga durante todo 2012. Hay unos 80 mil registros en documentos, originales y copias, en los archivos ‘Albert Einstein’ de la Universidad Hebrea (AEA) y en el proyecto sobre los documentos de Einstein en CalTech, los cuales pueden consultarse a través de internet.
El sistema ofrece una navegación sencilla para desplegar los resultados de la búsqueda, así como información adicional como filtros a tópicos relacionados y artículos similares. Algunos de los documentos digitalizados contienen transcripciones anotadas y traducciones, tal y como fueron editados por la gente de CalTech y publicados en la colección de documentos de Albert Einstein por la Princeton University Press (PUP).
Los archivos incluyen escritos y correspondencia, científicos y personales, cartas a las familia y diarios de viajes. También presentan imágenes de los manuscritos hechos por la mano del científico, fotos, textos escritos a máquina, material de audio, etcétera.
Este proyecto está patrocinado por la Fundación Polonsky, del Reino Unido. A través de esta organización, Polonsky ha iniciado otras iniciativas interesantes, como la digitalización de todos los escritos de Sir Isaac Newton en la Universidad de Cambridge.
El sitio www.alberteinstein.info fue lanzado en el 2003 por los Albert Einstein Archives, junto con el Einstein Papers Project y la Princeton University Press. La digitalización de unos 900 documentos en el sitio original fue posible por la generosa contribución de la Fundación David y Fela Shapell, de Los Angeles.
La base de todos los archivos y la colección de nuevo material es posible gracias a la National Science Foundation, la National Endowment for the Humanities y la Fundación Arcadia, del Reino Unido.
Fuente: Albert Einstein archives.