Hace siete meses la sonda Rosetta se desacopló de la nave Philae, un pequeño robot que se fijaría al cometa y empezaría a analizar su suelo. Algo no ocurrió como se esperaba y parece ser que Philae rebotó en la superficie del cometa (casi un kilómetro del sitio en donde se fijaría). Sin embargo, comenzó a mandar información a la Tierra. Desafortunadamente la sonda quedó en una posición donde no le daba la luz solar y sus batería empezaron a agotarse. Entonces Philae entró en hibernación pues no tenía la energía suficiente para mandar información de su trabajo sobre el cometa.
Los científicos de la Agencia Espacial Europea esperaban que en la medida que el cometa se acercara al Sol, las posibilidades que Philae despertara eran buenas, pero sus pronósticos fallaron. La sonda no daba señales de vida… Hasta hoy, que despertó de su modo de hibernación y mandó más de 300 paquetes de datos que serán analizados por el equipo en Tierra del Centro Aeroespacial Alemán (DLR por sus siglas en inglés). «Philae lo está haciendo muy bien. Su temperatura operacional es de -35 grados centígrados y tiene 24 watts disponibles», dijo el Dr. Stephan Ulamec, Gerente del proyecto Philae. Y agrega: «Philae está lista para sus operaciones normales».
La Agencia Espacial Europea dijo que Philae «hablo» por 85 segundos con el grupo de control en la Tierra, a través de Rosetta, siendo éste el primer contacto desde que hibernó en noviembre del año pasado. De acuerdo con el equipo de científicos encargados de esta misión, aparentemente Philae despertó hace poco tiempo, pues habían recibido ya datos históricos, aunque la sonda no se había contactado a Tierra antes.
La Agencia Espacial Europea está ahora esperando el siguiente contacto. Hay unos 8000 paquetes de datos en la memoria de Philae que le darán mucha más información al equipo en Tierra sobre lo que está pasando en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
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