Esta semana la NASA anunció que su sonda, la Mars Reconnaissance Orbiter, llegó a las 50 mil vueltas al planeta rojo. La nave, llena de instrumental para tratar de develar algunos de los misterios de Marte, todavía tiene algunos años más para dar más resultados.
Esta sonda fue lanzada desde Cabo Cañaveral en Florida el 12 de agosto de 2005. Su misión fue la de fotografiar el planeta rojo desde una órbita y buscar evidencia de agua en Marte por períodos prolongados de tiempo. La sonda llegó a orbitar dicho planeta en marzo de 2006 y después de un período de ajustes iniciales ha estado orbitando Marte en una órbita a una altura de 250 a 316 kilómetros desde entonces.
Desde su llegada a Marte, el MRO ha capturado una asombrosa cantidad de imágenes, unas 90 mil, con su CTX, Cámara Contextual. Cada imagen cubre un pedazo de tierra de unos 30 kilómetros de ancho. Al unir dichas imágenes, todas ellas cubrirían un 99.1% de la superficie marciana. Esto se logró a pesar de las limitaciones orbitales, además del clima marciano, siempre tan poco cooperativo. Aún con todo esto, el MRO ha mandado a la Tierra unos 30 TB de datos científicos desde el inicio de su investigación en el planeta rojo, que data del 2006.
Las fotografías de la CTX tienen una resolución de unos 6 metros por pixel, y ha tomado imágenes del 60.4% del planeta múltiples veces, permitiendo a los científicos crear imágenes estereoscópicas así como mapas topográficos. Otro beneficio de tomar muchas fotos de una misma región es ver cómo la superficie de Marte ha cambiado en el tiempo.
De hecho, uno de los cambios más extremos observados gracias a la cámara CTX trata de los 200 cráteres recientemente impactados que han chocado contra la superficie marciana desde que el MRO ha estado en órbita.
Por otra parte, cuando los científicos ven una imagen de la CTX que les parece interesante, usan la HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment), la cual puede hacer observaciones más profundas. Las imágenes de la HiRISE que se han mandado a la Tierra son aproximadamente el 3% de la superficie marciana, lo cual puede sonar muy poco considerando los esfuerzos de la cámara CTX. Sin embargo, esto no es una comparación adecuada, pues la HiRISE tiene por mucho una resolución mucho más alta que la CTX, lo que significa que puede hacer un acercamiento (zoom) mucho más lejos de lo que se puede hacer con la otra cámara.
Pero además de estos dos instrumentos, tenemos el MCI (Mars Color Imager), que observa todo el planeta cada día para poder caracterizarlo en sus temporadas diarias, mensuales y anuales, para así analizar el clima de Marte.
El MRO es como una navaja suiza satelital y no solamente usa imágenes para sus estudios. También lleva un espectrómetro avanzado así como un sensor atmosférico. Además puede actuar como un conducto de comunicación entre los robots Curiosity y Opportunity, y así estos poder mandar sus datos a la Tierra.
La NASA planea mandar otro robot llamado InSight Lander, el cual se lanzará en mayo de este 2017. El MRO ha sido fundamental para poder analizar los sitios potenciales para que dicho robot aterrice en suelo marciano dentro de un año, aproximadamente.
Esta nave llegará a Marte en noviembre del 2018 pero cuando esto ocurra, el MRO hará un cambio de órbita para recibir las transmisiones de radio del nuevo inquilino, las cuales además podrán servir para analizar el peligroso descenso hacia la superficie marciana.