La NASA ha enviado la sonda Dawn a Ceres, el objeto más grande del cinturón de asteroides y que se considera un planeta enano. Ahora, la nave está lista para moverse a una órbita más cercana al planeta y así mapearlo de manera más detallada. Dawn llegó a Ceres el 6 de marzo de este año y la sonda ha mandado espectaculares imágenes de este planetoide, haciendo incluso acercamientos en las manchas blancas brillantes que han encontrado dentro de un cráter en el propio planeta y que aún no parecen tener una explicación convincente.

Sin embargo, a pesar del éxito de la misión, ha habido algún incidente mayor, por ejemplo, el 30 de junio pasado el explorador robótico sufrió una anomalía de orientación debido a un problema en su sistema de giroscopios, un elemento vital cuando se trata de manipular la dirección de la nave. Debido a la dificultad, Dawn entró en modo de pruebas (safe mode). No obstante esto, eventualmente la falla se resolvió y la nave siguió entonces enviando fotografías e información relevante a Ceres.

En las siguientes cinco semanas veremos la transición de Ceres a su tercera órbita de mapeo, la cual hará que la nave se acerque a unos 1448 kms de la superficie del planeta enano. Desde esta nueva posición, Dawn usará sus sofisticados instrumentos científicos para tratar de develar los secretos de Ceres, antes de pasar a la última órbita que tendrá la nave, llamada low altitude mapping orbit (LAMO), que incluso será más cerca que lo que veremos en las siguientes semanas.

LAMO se espera sea la etapa final en el viaje de la sonda, después de que su combustible (hydrazina) se agote, haciendo que la nave sea incapaz de poder orientar sus paneles solares hacia el Sol. Cuando la nave sea incapaz de manipular esta orientación, las baterías a bordo fallarán en unas pocas horas. Se espera que pasen sin embargo unos 50 años antes de que la sonda termine por caer de su órbita más baja e impacte la superficie de Ceres.

Referencias:

NASA Jet Propulsion Laboratory 
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