Nació en el año 1975 y era una revista por demás técnica. Los listados de los programas que aparecían en la revista se publicaban antes de la era de Internet. Vamos, hasta se puso en algún momento el intérprete de Tiny Basic. Era parte de ese momento histórico y muchos programadores aprendieron de los artículos ahí publicados. Escribían Steve Wozniak, Jef Rskin, Gary Kildall, entre otros.
Los mejores días finalmente pasaron y se intentó hacer que la revista fuese incluso un archivo PDF. Había una página web y si no se quería comprar en papel la publicación, se podía tener esta suscripción -digamos- virtual. Pero aun así, ya Andrew Binstock, editor del Dr. Dobbs, ha dicho que la revista desaparece totalmente este 2014.
La razón principal para cerrar esta revista parece ser la caída de las utilidades por parte de los anuncios que presentaban. Esto es solamente un signo de advertencia para las revistas web, que no necesariamente tienen grandes utilidades por los anunciantes y muchas veces sufren por salir adelante.
Hay además, algunos mitos al respecto de las publicaciones web. Uno de ellos es que el hosting es gratis, o al menos muy barato. Y sí, es cierto, mientras no tenga el sitio virtualmente nada de tráfico. Si empieza el sitio a tener visitas, hay que pagar por más ancho de banda y en ocasiones esto puede costar mucho dinero. El segundo mito es que los anuncios hacen redituable estas publicaciones vía web. Esto es falso. Google hace mucho dinero en anuncios, pero lo logran porque venden enormes cantidades y están en muchos sitios web con sus anuncios. No pagan por la generación de contenidos y por ello, pueden vender tan barato como quieran. Pero esta historia no es compartida por muchos sitios web. En ocasiones la cantidad que se recibe por poner anuncios en una página no deja lo suficiente.
La web es un lugar muy hostil para cualquiera con la idea de que puede crear una publicación profesional técnica y tener incluso utilidades. Ya llegó el momento tecnológico en el que Dr. Dobbs se ha convertido en una víctima de un entorno imposible. Lo que antes se compraba en la revista en papel ahora la gente lo quiere tener de forma gratuita en las páginas web. Por eso Dr. Dobbs cierra finalmente. Le alcanzó el destino.
Referencias: