La preferencia y necesidad de comprar en línea durante la pandemia por COVID-19 elevó los precios de los productos vendidos en internet, erosionando la ventaja de los costos y evidenciando que la inflación general puede volverse más persistente de lo que se pensaba.
Así lo dio a conocer un nuevo informe del gigante tecnológico Adobe.
El estudio, que analizó un billón de visitas a sitios minoristas en 18 categorías que coincidieron con el índice de precios al consumidor de Estados Unidos, el cual mide la inflación general.
Este encontró que los precios online aumentaron un 2.3% en junio sobre una base anual. Los mismos habían registrado una caída en promedio de 3.9% anual de 2014 a 2019 y comenzaron a subir el año pasado.
Para los consumidores, las compras en línea “han sido un paraíso. Pueden obtener precios diferentes”, dijo Vivek Pandya, analista de Adobe Digital Insights. “A través de la pandemia, lo que hemos visto es que no es tanto el caso”.
El precio online de los electrodomésticos, por ejemplo, subió un 2.3% en junio, mientras que la ropa subió un 16.2%.
A pesar de ello, los precios de algunas categorías sí disminuyeron. El costo de las computadoras cayó casi un 10% durante el año, y la electrónica bajó un 2.5%.
En general, Pandya detalló un contexto en el que las compras en línea aumentaron en popularidad y se convirtieron en algo más común, lo que ha empujado a los minoristas que venden en internet a impulsar su respuesta a la cadena de oferta y demanda, al tiempo que les ha dado menos incentivos para realizar descuentos.
“A medida que los minoristas encuentran demanda y están en contra de la escasez (de la cadena de suministro), fijan precios a niveles más altos”, dijo.