De acuerdo con un proyecto cuyo líder es el Centro Médico Monte Sinaí, con la colaboración de otras cuatro instituciones médicas/académicas de prestigio, se ha hallado que en la nube se podrían guardar y distribuir más fácilmente las imágenes médicas en lugar de usar los procedimientos habituales. Los resultados de la fase I se presentaron el 30 de abril en la Conferencia American Roentgen Ray Society Annual, que se llevó a cabo en Vancouver, Canadá.
El Centro Monte Sinaí fue el primero en poner un sitio a disposición de los pacientes, desde agosto del 2011, con unos 190 pacientes inscritos en este proyecto. Un total de 600 pacientes están participando en todos los sitios, incluyendo la Universidad de California (en San Francisco), el Centro Médico de la Universidad de Chicago, la Clínica Mayo y el Centro Médico de la Universidad de Maryland en Baltimore.
La computación en la nube involucra usar una red de servidores remotos que están en alguna parte de internet para guardar, administrar y procesar datos, en lugar de usar servidores locales o computadoras personales. “Esta es la siguiente revolución en imágenes digitales”, dice David Mendelson, jefe del área de clínica informática de Monte Sinaí e investigador clínico para la RSNA Image Share. “Da a los pacientes la propiedad sobre sus registros y hace que la información esté más accesible a los médicos. Además, decrementa la innecesaria exposición a la radiación por médicos que piden estudios duplicados al no estar disponibles”.
Para usar RSNA Image Share, los pacientes crean una cuenta con su respectiva contraseña y se les da acceso a importar imágenes y reportes de su registro personal de salud. Por confidencialidad del paciente y razones de seguridad, cuando la información viaja lo hace de forma encriptada, buscando asegurar que sólo el paciente tenga acceso a sus datos. “Estamos tratando con información de salud sensible, por lo que crear un sistema seguro y confidencial es de máxima importancia”, dice el doctor Mendelson.
En la fase II de la prueba, los pacientes podrán compartir sus imágenes sin tener primero que subirlas a la nube. Esto podría ser útil en caso de traumas severos, con transferencia de los datos a los centros de trauma. En la fase 3, se eliminará la información personalizada de los pacientes, para usarlos en estudios clínicos.
Fuente: Science Daily