Antes que nada, es importante definir lo que es la neutralidad de la red. Se trata del principio por el cual los proveedores de servicios de Internet y los gobiernos que la regulan deben tratar a todo tráfico de datos que transita por la red de igual forma indiscriminadamente, sin cobrar a los usuarios una tarifa dependiendo del contenido, página web, plataforma o aplicación a la que accedan.
Internet ha destacado por su potencial para que los usuarios desarrollen aplicaciones y servicios innovadores, sin la autorización de un intermediario. Esto gracias, en parte, a la neutralidad en la red.
El día de hoy, este principio murió en Estados Unidos, pero ya era algo previsible desde que Donald Trump tomó la presidencia. La Comisión Federal de Comunicaciones aprobó una regulación estricta en materia de neutralidad de la red a principios de 2015, por medio de una nueva regulación que entró en vigor el día de hoy, 23 de abril.
Irónicamente, Ajit Pai, candidato para la Comisión, introdujo un concepto en el que aseguraba que la mejor manera de proteger la neutralidad de la red era eliminar todas las leyes que la protegían.
Para Pai, la regulación estricta a favor de la neutralidad de la red era un obstáculo para las inversiones de las empresas de telecomunicaciones que ofrecen acceso a Internet, así que Pai presentó un proyecto de nueva regulación en la materia semanas después de llegar a la presidencia de la FCC.
La regulación permite que los ISP (Proveedores de servicios de Internet) bloqueen, degraden o prioricen el tráfico de Internet, con la condición de que informen a los usuarios finales acerca de tales conductas.
Aunque la gran mayoría haya votado por esta regulación, es posible que aún quede una esperanza. Ya se han originado algunos movimientos populares y propuestas para proteger la neutralidad en la red.