Después de más de diez años de exploración espacial, la sonda llamada MESSENGER (MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry and Ranging) de la NASA, ya está lista a terminar su misión chocando en la superficie del planeta más cercano al Sol, Mercurio. La colisión ocurrirá el 30 de abril. La nave viajará a su destino fnal a unos 14,082 kms/hora.

Mercurio es el planeta más pequeño del sistema solar, con una circunferencia ecuatorial de solamente 15,329 kms., es apenas un poco más grande que nuestra Luna. La superficie de Mercurio tiene temperaturas que van de 430 a -180 grados centígrados en el ciclo día/noche. El MESSENGER fue lanzado en el 2004 y le llevó seis años y medio llegar a Mercurio, para intentar develar los secretos del desolado planeta. La sonda lleva una colección de ocho intrumentos científicos que han podido determinar la composición de la superficie, caracterizar la magnetósfera del planeta así como la definición de la intrincada estructura interna de Mercurio.

Más aún, en el 2012, la nave fue responsable de descubrir depósitos de agua en la forma de hielo escondido en los cráteres que están siempre en la sombra. Este descubrimiento tiene implicaciones profundas sobre cómo los planetas como el nuestro obtuvieron grandes depósitos de agua y con ellos los bloques que forman la vida.

La misión termina porque se está agotando el combustible de la sonda y por ende se han iniciado las cuatro maniobras para hacer chocar la sonda contra Mercurio. «Por primera vez en la historia tenemos un conocimiento real sobre el planeta Mercurio que se has mostrado como un mundo fascinante como parte de nuestro diverso sistema solar», dijo John Grunsfeld, administrador asociado de la misión.

Desafortunadamente la colisión de la nave con el planeta parece que ocurrirá en el lado lejano de Mercurio (visto desde la Tierra), lo que implica que no se podrá observar los momentos finales de la nave. Como sea, esta ha sido una de las misiones más exitosas de la NASA.

Referencias:

NASA