Con la llegada de la sonda de la NASA MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution) y la misión del orbitador de la India, Marte se ha convertido en un destino interplanetario cada vez más visitado. Además de los cinco satélites activos, hay el NASA Mars Global Surveyor (actualmente inactivo), un par de lunas naturales y por ende, el tráfico empieza a incrementarse. Por ello hay que tomar medidas, piensan en la NASA.
De acuerdo a la agencia norteamericana del espacio, simplemente se busca jugar con la mayor seguridad posible. Las naves alrededor de Marte no solamente están la misma vecindad, sino que tienen órbitas que bien podrían intersectarse. El problema puede ser menos complejo que mantener a los miles de satélites en la Tierra sin que choquen unos con otros. Aquí parte de la dificultad es que Marte está francamente lejos de nuestro planeta, a millones de kilómetros.
En una preocupación que va más allá de un asunto abstracto. La NASA dijo el 3 de enero que estaban preocupados porque en menos de un par de semanas, MAVEN y el MRO (Mars Reconnaissance Orbiter), podrían pasar uno cerca del otro a unos tres kilómetros de distancia. Cálculos posteriores mostraron que esto no iba a ocurrir, pero ya puso en alerta del potencial problema a la agencia espacial. Por ejemplo, los satélites terrestres pueden ser monitoreados con precisión pero la NASA Deep Space Network (DSN) hace maravillas para intentar calcular las órbitas de las sondas que giran sobre el planeta rojo. Habiendo cinco naves hay un elemento de incertidumbre y esto es precisamente el problema a resolver, por lo que un nuevo sistema de administración del tráfico en Marte estaría por definirse para evitar estas posibles dificultades.
«Es una función que monitorea con anticipación cuando el tráfico se va a poner pesado», dijo Joseph Guinn, gerente del Jet Propulsion Lab. «Cuando dos naves -se predice- podrían acercarse demasiado, les avisamos a la gente de estos proyectos para que oportunamente puedan coordinar las posibles modificaciones y maniobras por hacer».
La idea es mantener una vigilancia a los orbitadores en Marte y desarrollar métodos para expandir el sistema en la medida que vayan llegando más naves. Esto es parte del proceso que la NASA está implementando para evitar colisiones, lo que permitiría a la agencia determinar futuros riesgos de forma anticipada. Con esto, no sólo se evitarían colisiones entre sondas que desde luego, echarían por tierra esas investigaciones, sino que con este sistema, se podría avanzar más rápidamente, coordinando las diversas misiones y conjuntando resultados.
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