Dos científicos de la Universidad de Alberta, Canadá, dicen haber creado una serie de algoritmos que pueden descifrar escritos en alfabetos desconocidos. Y para probar su sistema, decidieron hacerlo usando para ello el misterios manuscrito Voynich.
El Manuscrito Voynich, bautizado así por el librero que lo compró en 1912, ha sido objeto de numerosas especulaciones y discusiones. Se escribió en el siglo XV y usa un lenguaje desconocido, el cual se ha intentado descifrar muchas veces . Hay quien piensa que es un cifrado complejo que no puede ser descifrado por nadie y hay quienes consideran que el libro es una farsa y que en el fondo no dice nada.
Cada año sale alguna nueva hipótesis sobre el manuscrito Voynich. A finales del 2017 un historiador dijo haber roto el código. Nicholas Gibbs dijo que el manuscrito es realmente una abreviatura del Latín y que se trata de un manual de salud para la mujer. Los críticos de la interpretación de Gibbs dicen que la traducción hecha por el investigador parece ser gramaticalmente incorrecta.
El último intento de decodificar el misterioso manuscrito viene de Greg Kondrak y Bradley Hauer, de la Universidad de Alberta. Los investigadores empezaron usando muestras de 400 diferentes lenguajes que identificaron algorítmicamente para poder entonces atacar el manuscrito Voynich. Y aunque había sospechas iniciales de que estaba escrito en árabe, se concluyó que es hebreo el lenguaje mas probable en el que se escribió este documento. “Fue una sorpresa”, dice Kondrak, “Y decir solamente ‘esto es hebreo’ es el primer paso, ahora hay que descifrarlo”.
La hipótesis es que el manuscrito fue codificado usando alfagramas (anagramas ordenados alfabéticamente). Con esta hipótesis, los investigadores desarrollaron un algoritmo que podría descifrar el texto. “Más del 80% de la palabras están en el diccionario hebreo, pero no sabíamos si al juntarlas éstas hacían algún sentido”, dice Kondrak.
De acuerdo con los investigadores, la salida de la primera línea del manuscrito Voynich, traducido al inglés (con las correcciones gramaticales del caso), dice: “She made recommendations to the priest, man of the house and me and people.” (Ella hace recomendaciones al sacerdote, al hombre en la casa, a mí y a las personas”).
Kondrak sugiere que los historiadores de hebreo antiguo necesitarán trabajar más para interpretar estas traducciones y hacer que lo que es extraño e inusual se aclare. Cabe decir que ya las críticas a los investigadores no se han hecho esperar y son son francamente positivas, de acuerdo con Kondrak.
No es, sin embargo, sorprendente que la investigación presentada tenga cierto grado de escepticismo. Los investigadores admiten que el texto Voynich, como entrada para su algoritmo, es demasiado ruidoso para generar una salida fluida. Esto significa que el valor final de este estudio revela que las palabras hebreas para “angosto”, “granjero”, “luz”, “aire y “fuego”, llevaron a los autores a la hipótesis que el manuscrito es una guía hierbal medieval y esto podría ser lo más preciso.
Sin embargo, no hay aún una palabra final sobre la traducción del manuscrito y los autores concluyen que “estos resultados podrían ser interpretados como claves del hebreo como el lenguaje en el que fue escrito o bien simple ruido en el poder combinatorio de los modelos de lenguajes y anagramas”, Este estudio se publicó en Transactions of the Association for Computational Linguistics.