Recientemente entré a un proyecto que tiene que ver con hardware y software. El equipo de trabajo lo constituyen una diseñadora industrial y un par de programadores, así como un coordinador y promotor del proyecto. En alguna de las juntas, la diseñadora dijo que sería necesario tener los programas de Adobe para su Mac de ‘nosécuántaspulgadas’ y entonces le indiqué que podríamos comprarlo a precios para académicos, pues Adobe mantiene una oferta de un descuento del 80% sobre el precio comercial.

Cabe decir que el precio comercial es de 30,000 pesos aproximadamente (dependiendo, desde luego, de la suite de productos que se deseen adquirir). Así, entré al sitio de Adobe y hallé que para sacar provecho de la oferta académica, tenía que mandar a Adobe mi identificación universitaria, un recibo de pago, así como una carta del coordinador indicando que soy profesor de la institución universitaria (Facultad de Ciencias, UNAM).

Sin embargo, noté que no había manera de mandar esta información, por lo que decidí buscar “Adobe México”  para que me resolvieran este asunto. Hallé un teléfono 1-800 y al hablar, me contestaron en Holanda (en español). Me indicaron que tenía que ir a cualquiera de los distribuidores de Adobe en México. Me dieron dos sitios con sus sendos teléfonos.

Hablé entonces a dichos lugares y me pidieron la información que ya mencioné, para comprobar que efectivamente soy parte del personal académico de la Facultad de Ciencias. A los pocos días, en mi correo de hotmail recibí las siguientes respuestas (tal como llegaron al correo electrónico. Las faltas de ortografía y acentos es de los que me enviaron dichos documentos):

Estimado Lic. Manuel López,

Por medio del presente y de acuerdo a la solicitud que me hizo llegar la Srta. Gabriela, adjunto la cotización de la Licencia Educativa de CS6 Adobe Design Standard Multiple Platforms en Español.

Adjunto también la carta presentación de la empresa para que así tenga mejor conocimiento de nuestros servicios.

Me comenta la Srta. XXXX que no cuenta con correo electrónico con dominio de la escuela, así que necesitamos una carta firmada por la escuela la cual diga que los correos que nos proporciono los utiliza con fines educativos.

Estoy a sus órdenes por cualquier duda y/o comentario.
Saludos cordiales,

Emmanuel López I Marketing I Cadgrafics, S.A. de C.V.

El otro distribuidor escribió:

Que Tal XXXXX!!

Buen dia,  gracias por considerarnos en su petición, en el presente correo le hago llegar la propuesta de software que con gusto nos solicito de Design Standard CS6 académico.

Le comento que esta Propuesta es validad si la compra la hace la UNAM, y que de otro modo se le tendria que cotizar un Producto comercial.

En espera de sus comentarios, quedo a sus ordenes

Favor de confirmar de Recibido!!
Cordialmente:

Israel Enrique Medrano Pérez
Ejecutivo de negocios
LDI Associats

Uno me pide una carta del coordinador de mi escuela porque no tengo dirección electrónica de la facultad. El otro me dice que la compra solamente la puede hacer la UNAM para hacerla efectiva.

Decidí —después de tantas tonterías y trámites, en donde parece que no me creen que sea profesor de la UNAM— no comprarles nada. Hay en este caso dos alternativas: la primera es la piratería, que mi intención de comprar el software original era evitarla. La segunda, hacerme de algún programa que tenga prestaciones similares a los programas de Adobe (por ejemplo, GIMP), aunque la diseñadora tenga que aprender a usarlo y entonces el proyecto lleve más tiempo.

Es lamentable la actitud de estos distribuidores. Hasta donde entiendo, ser distribuidor de estos productos implica cuotas anuales de venta, sino, se pierde su distribución, y no hablamos de cuotas bajas. Pueden ser mayores al millón de dólares por año, en algunos casos. El costo del paquete de Adobe (para académico) es de unos 8,000 pesos, que tampoco es una ganga.

Que conste que a pesar de tanta queja por la piratería por parte de las empresas, se ponen tantas trabas a su propio negocio, que al final del día trata de —entre otras cosas— de vender esos productos, que me parece totalmente absurda esta actitud.

Voy a mandar esta carta a Adobe, a los cuarteles generales, a ver qué me dicen.