Científicos de la Universidad de Granada han desarrollado una nueva técnica sencilla y no invasiva que permite detectar si un niño de entre 2 y 4 años padece de enfermedad celíaca sin necesidad de realizar una extracción de sangre.
La enfermedad celíaca es un trastorno del sistema inmune en la que las personas no pueden consumir gluten porque daña su intestino. El gluten es una proteína presente en el trigo, avena, cebada y centeno (gliadinas, secalinas, hordeínas y, posiblemente, aveninas) que cursa
con una atrofia severa de la mucosa del intestino delgado superior.
Como consecuencia, se establece un defecto de utilización de nutrientes (principios inmediatos, sales y vitaminas) a nivel del tracto digestivo, cuya repercusión clínica y funcional va a estar en dependencia de la edad y la situación fisiopatológica del paciente. Esta intolerancia es de carácter permanente, se mantiene a lo largo de toda la vida y se presenta en sujetos genéticamente predispuestos a padecerla.
Cabe destacar que el nuevo sistema no precisa personal experimentado, es rápida al realizarse en tan sólo en 10 minutos y económica, de 10-12 euros por dispositivo.
Actualmente, para diagnosticar la enfermedad celíaca es necesaria la combinación de una sintomatología clínica, un estudio en sangre de anticuerpos de enfermedad celiaca positivos y un estudio histológico compatible mediante biopsia intestinal.
El objetivo del estudio fue estudiar la prevalencia silente de la celiaquía entre los niños de 2 y 4 años de edad, para lo que utilizaron unos dispositivos novedosos que permiten detectar los marcadores de la enfermedad (autoanticuerpos) en la sangre capilar del paciente.
“Basta con una punción en el pulpejo del dedo del niño para extraer una gotita de sangre que se depositará en el dispositivo y, en caso, de que el sujeto padezca la enfermedad, aparecerá una línea color rosada, similar a la de los tests de embarazo, lo que significará que en su sangre existen esos autoanticuerpos característicos de la enfermedad”, dijo dijo Mª Vega Almazán Fernández de Bobadilla, responsable de la investigación.
“Se trata de un estudio novedoso, pues son pocos los trabajos con estos dispositivos en población aparentemente sana. Disponer de este tipo de métodos diagnósticos en la consulta del médico de cabecera o del pediatra permitiría encontrar los casos de enfermedad celiaca que no se diagnostican debido a su sintomatología atípica y evitar procedimientos y derivaciones innecesarias, ya que un resultado negativo evitaría la necesidad de extracción sanguínea o de derivación a consulta especializada”.
Referencia: Universidad de Granada