No hay duda que la tienda virtual de Apple es un monopolio, partiendo de la base que -en principio al menos- los usuarios de los dispositivos de la manzana sólo pueden adquirir sus apps en dicha tienda. Sí, se puede hacer un «jailbreak» del teléfono pero este mecanismo no es para todos. Por una parte, Apple confía en que la capacidad técnica de quien así actúa, es minoritaria y entonces, se asegura en gran parte que la gente sólo compre apps en su tienda.
Apple recibe el 30% de cada app vendida, algo así como 11 mil millones de dólares al año, que no es poca cosa. El problema es que esto tiene dos efectos: por una parte una distorsión de los precios pues los usuarios no pueden comparar precios en otras tiendas y además, que los precios encontrados son en general más altos de lo que deberían ser. Estas son las dos principales razones para luchar contra los monopolios.
En la demanda de Pepper vs. Apple Inc., se pide que el gobierno rompa finalmente el monopolio. En cortes menos jerárquicas se han escuchado casos similares y parece haber acuerdo para eventualmente no proceder. Solamente la Suprema Corte se involucra si no hay acuerdo entre las partes.
Desde luego que la primera interrogante es si el monopolio de Apple es una conspiración para aumentar los precios. El tema es que no está claro porque Apple muchas veces no es el vendedor directo, sino que es quien distribuye las apps y cobra su respectiva comisión. Por ello, las demandas no parecen proceder. Esto es similar a ir a una de las tantas plazas (mal llamadas «malls»), en donde simplemente una organización renta espacios a los vendedores. Sin embargo, el contra-argumento es que Apple está monopolizando la distribución de las apps y esto inhibe por decir lo menos, la creación de otras tiendas de apps para poder competir con la tienda de la manzana, por ejemplo, tomando una comisión menor. Esto sería conveniente porque los creadores de apps podrían reducir sus precios y el monopolio entonces estaría en dificultades para seguir operando, al menos como lo habría estado haciendo hasta antes de que pudiese haber otras tiendas virtuales.
Si Apple pierde el caso, podría tener esto entonces un efecto en otros canales que tienen distribución monopólica como en el caso de Amazon. Por ejemplo, la tienda Google Play de Android, no tiene ese problema y sin embargo, la tienda de apps de Amazon sí.
No obstante todo esto, si la Suprema Corte indica que el caso debe ir a juicio, hay un largo camino para que cambien las cosas. Hay amplísimos argumentos en defensa de Apple, por ejemplo, que en el mercado hay muchos otros fabricantes de teléfonos y que por ende, hay competencia, aunque claramente parece esto solamente una argucia legal, pues no es particularmente ése el problema.
Sería interesante ver que el mercado de iOS se abriese a la competencia a y más tipos de escrutinio. No es simplemente que Apple controle el mercado de apps de sus dispositivos para que no exista el malware, sino que se trata de qué es permisible y qué no, qué prácticas comerciales son las adecuadas y cuáles las que están generando esta problemática del monopolio de la manzana.