Para todos los que hemos tenido la gracia o la desdicha de alguna vez haber utilizado un iPhone sabemos que su tienda de apps es una de las más completas pero también de las más exigentes en calidad que hay. No obstante, es la tienda de aplicaciones que más apps tiene en su haber.
El sitio The Verge ha realizado un entrevista a Phil Schiller, el vicepresidente de marketing de Apple. En ella el ejecutivo apuntó que diciembre de 2016 ha sido el mes con más rentabilidad de la App Store en su historia, la cual fue lanzada en 2008.
La App Store había roto su récord previamente el mes anterior, es decir noviembre, pero según Apple diciembre ha sido el mejor para la tienda de aplicaciones.
La aplicación más descargada en 2016 fue Pokémon GO, la cual después de algunos meses de furor parece ser que los usuarios ya han perdido el interés por ella. Esta aplicación presentó la “solución” a un de los mayores retos que hay actualmente en el mundo: que la gente se levante del sillón para hacer un poco de ejercicio.
El juego te obliga a caminar por las calles para cazar monstruos; sin embargo, no tardaron en salir hacks apócrifos con los cuales podías recorrer las calles del mundo sin la necesidad de moverte de tu lugar.
A su vez, Schiller mencionó que la rentabilidad de la App Store en diciembre llegó a los 3 mil millones de dólares, una cifra nada despreciable para un solo mes de ventas. Estas ganancias son fruto de las compras dentro de las apps o microtransacciones, las compras de las apps como tal y las suscripciones a revistas o servicios diversos.
La tienda de aplicaciones tiene alrededor de 25 categorías de aplicaciones, entre las que se encuentran juegos, productividad y salud. Sin embargo, los juegos siguen siendo los reyes que lideran las descargas y los ingresos para Apple y los desarrolladores.
Por otro lado, las ganancias en China (uno de los talones de Aquiles en los últimos años para la marca) ha crecido en 90 por ciento desde el último año. Sin duda un buen avance para el país asiático que tanto ha restringido la entrada de marcas transnacionales.
Referencia: The Verge