Se habla mucho del cambio climático y se nos dice una y otra vez que la actividad humana es responsable del mismo. Se ha dicho también que si la temperatura del planeta sube apenas unos pocos grados, tendremos inundaciones gigantescas, que terminarán por poner bajo el agua a ciudades como Miami o Nueva York. Sin embargo, la realidad de los datos duros no nos está diciendo esto al menos por ahora. De hecho, la cantidad de hielo que se encuentra rodeando el Polo Sur llegó a un máximo el 6 de octubre de este mismo año 2015. la extensión del hielo que cubre las tierras más frías del planeta, llegó a 18.83 millones de kilómetros cuadrados.
Este nuevo máximo corresponde a uno de los tres más altos desde que se estudia esta región desde satélite aunque es el más bajo desde el 2008. El crecimiento del hielo en el mar de la Antártica fue errático este año. El hielo marino fue mucho más alto que los niveles normales de la primera mitad del 2015 y a mediados de julio bajó a niveles debajo de los normales hasta mediados de agosto. La cubierta de hielo se recuperó en septiembre pero la extensión máxima para ese entonces era de 1.33 millones de kilómetros cuadrados, abajo de la extensión máxima, la cual ocurrió en el 2014. Los científicos creen que debido al fenómeno del Niño, un evento natural que calienta la superficie del mar en el este ecuatorial del Océano Pacífico, y que pudo haber tenido un impacto en la cubierta de hielo alrededor de la Antártica. El Niño causa presiones más altas del nivel del mar, temperaturas más calientes del agua y esto pudo haber afectado la distribución de los niveles en los mares de Amundsen, Bellingshausen y Weddell en la parte Oeste de la Antártica, que pudieron afectar la distribución del hielo. «Después de tres récords de extensión de hielo este año, éste marca un regreso que normaliza los hielos de la Antártica», dice Walt Meier, un científico de la NASA en el Goddard Space Flight Center, en Greenbelt, Maryland.
Por lo pronto son buenas noticias para la Tierra, pues efectivamente, si se derritiese el Polo Sur, habría problemas enormes de inundaciones, asunto que no pasa en el polo Norte, porque ahí no hay tierra, sino que es sólo hielo y aunque se derritiese, no habría ningun efecto en términos de inundaciones, pues se comportaría como si fuese un vaso con hielos que se derriten. El nivel no cambiaría.
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