Las Chivas Rayadas del Guadalajara confirmaron hace unos días que no renovarán contrato con Televisa para la transmisión de sus partidos. Esto significa el adiós del cuadro tapatío a la televisión abierta, al menos en sus duelos como local.
La apuesta de Chivas, quizá el equipo de futbol más popular de México, será transmitir los encuentros por streaming en una plataforma digital propia (¿Chivas TV?), aunque el club no ha cerrado la posibilidad de vender los derechos de transmisión a otros canales de paga.
La decisión de dejar a Televisa obedece a cuestiones comerciales, principalmente. Siguiendo el modelo del León -primer equipo en arriesgarse a abandonar a las televisoras-, el Guadalajara debería recibir mayores ingresos por contratos publicitarios y otras alianzas. Se dice que las transmisiones del Guadalajara en su plataforma no serán gratuitas, con variaciones del servicio que también tendrían un costo adicional. Este modelo es utilizado por equipos importantes alrededor del mundo, aunque eso no dice mucho. Cada mercado es diferente.
La pregunta es, ¿cómo lo va a manejar el equipo? En términos de comunicación, deben ser claros; si los aficionados se verán obligados a desembolsar pesos extra mensualmente para poder ver los partidos de su equipo favorito donde sea y en cualquier momento, el club tendrá que justificarlo con productos de calidad, garantizar transmisiones por streaming con una buena producción, contenidos adicionales y otros elementos que le sumen valor a su plataforma. Pero será sobre todo un reto mayor “educar” a los aficionados, en un intento por cambiar la cultura y los hábitos de consumo futbolero de millones de personas sin que las esperadas campañas de desprestigio de otros medios de comunicación afecten su intención. No será tarea sencilla que la afición entienda el cambio de canal, de la tele a la computadora, celular o tablet, quizá por un cargo extra.
Pese a todo, si lo vemos en términos “futboleros”, Guadalajara gana este partido (sólo en el papel). Tendrán un modelo de negocios más flexible, la posibilidad de alcanzar a más aficionados y, aunque no fueron los primeros en hacerlo, abrirán la brecha para otros equipos a los que podría también funcionarles esta estrategia. Aunque, claro, habrá que esperar a que se juegue ese “partido” para conocer si Chivas gana la apuesta de incursionar en el mundo digital. El perdedor (por goleada) es Televisa; la televisora se quedará sin los ratings que le significó durante dos décadas transmitir los partidos del equipo con mayor afición en México.
Por supuesto, esta pérdida se traduce en menores ingresos por dichos espacios televisivos. Y finalmente, el público, los aficionados, fungen como el árbitro central; independientemente de todo lo anterior, serán ellos los encargados de recibir la nueva medida y en todo caso juzgarla.
Fueron 22 años de relación comercial entre ambas partes, que de un torneo a otro quedarán en el pasado. Dicen que echando a perder se aprende. Siempre se puede rectificar el camino en caso de errar, aunque también es cierto que el equipo de Jorge Vergara le ha cargado mucho la mano a sus aficionados en los últimos años.
Fuentes: MedioTiempo, Cancha, ESPN