Hoy tenemos conectados a Internet las computadoras de escritorio, portátiles, servidores, impresoras, consolas de videojuegos, PDAs, teléfonos inteligentes, tabletas, televisiones, cámaras, medios de transporte y algunas cosas más. Pero la tendencia de conectar cada vez más tipos de dispositivos a Internet está por explotar en los próximos años.
Recordemos hace unos 15 años, ¿quién hubiera imaginado conectar su automóvil a Internet? Para eso teníamos las computadoras y sus monitores.
Incluso, conectar tu agenda electrónica o tu reproductor de música a Internet no tenía mucho sentido (en nuestras cabezas). Sin embargo, una mirada en retrospectiva nos muestra que las empresas fabricantes de dispositivos que fallaron en abordar a tiempo el tema de la conectividad de sus productos fueron devoradas por el mercado, por ejemplo, Palm, el fabricante de PDAs en su momento.
Entonces la pregunta sería: ¿todos los dispositivos estarán conectados a Internet en el futuro?
Y la respuesta no es sencilla, pero en pocas palabras sí, al menos gradualmente. Ya existen autos que poseen funciones de conectividad ya sea por medio de tu smartphone o mediante una conexión exclusiva del coche. Por otra parte, cada vez es más común escuchar el renacimiento de accesorios obsoletos -en la práctica- como el reloj inteligente con capacidad de proveer información en tiempo real cuando se sincroniza con los teléfonos inteligentes. Adicionalmente, ya se han hecho prototipos con conectividad en refrigeradores, microondas, cafeteras y tostadores, entre otros.
Aunque hoy no podamos tener clara la funcionalidad de conectar todo a Internet existen aspectos claves como el monitoreo, la geolocalización, la automatización de procesos y el uso remoto, por mencionar solo algunos. Es por eso que empresas como Cisco entienden que “la innovación disruptiva está impulsando la emergencia de ‘la Internet de Todo’“. Estiman que 99% de las cosas aún no están conectadas a internet. Y aún más, “el impacto económico potencial de ‘la Internet de Todo’ es de $14 billones de dólares (millón de millones) para las empresas del sector privado durante la próxima década, como resultado de la emergencia de Internet de Todo“. Una cifra nada despreciable.
Los detractores de la tecnología podrán decir que hemos vivido milenios sin tanta conectividad pero a mi me encantaría saber en tiempo real dónde se encuentra estacionado mi auto, poner a funcionar la cafetera desde mi smartphone en la mañana, encender el aire acondicionado de la oficina desde el auto antes de llegar y, ¿por qué no?, saber qué hace falta en mi refrigerador desde el supermercado. Lo importante será entender los tiempos óptimos para el lanzamiento de cada producto porque puede resultar en un fracaso tanto por anticiparse al mercado como por llegar tarde. Y tú, ¿cuál crees que sea la próxima gran cosa que conectemos a Internet?
Fuente: Internet of Things (Cisco)