La inteligencia artificial se ha integrado en el día a día para facilitar la vida de las personas; sin embargo, existe un problema y los jóvenes son los más afectados.
Si bien los jóvenes son tecnológicos por naturaleza, para la búsqueda de trabajo, lo digital parece ser una piedra en el zapato y no es para menos. Este sector de la población enfrenta un desafío ya que las entrevistas para aspirar a una plaza laboral ya no se hacen cara a cara, sino a través de videollamada.
Inteligencia artificial vs empleo.
Desde el Financial Times se dice que las grandes empresas recurren a las entrevistas de video asincrónicas para reducir el número de solicitantes a un grupo más pequeño con el que puedan reunirse en persona.
Plataformas de inteligencia artificial como HireVue o Modern Hire graban a los candidatos respondiendo a preguntas predeterminadas, normalmente con un límite de tiempo a cada respuesta.
En algunos casos, las grabaciones las verán los responsables del área de contratación; en otros, los algoritmos (inteligencia artificial) evaluarán al candidato en función de lo que haya dicho o incluso de sus expresiones faciales.
Las entrevistas de este tipo son cada vez más comunes; simplemente, en el Reino Unido, durante 2019 y 2020, los empleadores utilizaron este sistema de inteligencia artificial en un 30 por ciento; de acuerdo con el Institute of Student Employers.
Costos de operación.
Resulta que la llegada de la inteligencia artificial abarató los procesos, y eliminó también el exceso de personal. Una cadena de supermercados en Estados Unidos realizaba hasta 15 mil entrevistas por día.
Las plataformas de inteligencia artificial afirman que se trata de procesos más justos y con menos sesgo que el de los reclutadores humanos, lo que hace que los candidatos que cumplen con los requisitos sean mejores y más diversos.
Algoritmos vs reclutamiento.
Esta forma de superar filtros en búsqueda del candidato ideal para un puesto de trabajo ha generado discusión sobre si los algoritmos podrían reforzar los prejuicios humanos en lugar de eliminarlos.
Otros sostienen que algunos productos de inteligencia artificial no son más que productos digitales con poco valor que los crédulos departamentos de recursos humanos se tragan.
En México, se trata de un tema todavía lejano, ya sin la figura de la subcontratación, la necesidad de implementar este tipo de inteligencia artificial no se vuelve tan necesario, en especial en un país donde la recomendación directa es todavía muy importante para colocarse en un puesto de trabajo.