Hay una larga discusión sobre qué es pensar. ¿Podemos acaso crear máquinas que piensen como nosotros? Esto es lo que se llama la meta de la inteligencia artificial “fuerte“. Hace unos años, un científico, John Searle, inventó el experimento del cuarto chino, para probar que la meta mencionada era imposible. En el siguiente video se explica el asunto:
En esta serie de cortos llamado 60 segundos de aventuras del pensamiento, en donde todos las cápsulas de video valen la pena, sin duda, se explican una serie de situaciones como las que se ven en problemas como el de Aquiles y la Tortuga, entre otros.
De acuerdo a Searle, es imposible crear inteligencia real en las máquinas. Lo más que puede hacerse es crear mecanismos que aparentemente parecen pensar. Para Turing, sin embargo, algo es inteligente si es capaz de engañar a un ser humano al responder de forma inteligente. ¿Quién tiene la razón? En el fondo caemos en un problema que raya en los linderos de la filosofía. Una interesante discusión a este respecto puede verse aquí.
Fuente: i-programmer