Esta semana, Instagram publicó sus políticas de uso y privacidad actualizados, acción que supuestamente se llevó a cabo para acoplarse a las de Facebook, empresa que compró a la red social fotográfica este año. Ante las críticas y evidente migración de usuarios hacia otras redes, Instagram decidió revertir algunas cláusulas para poder seguir operando como se acostumbraba.
“Hubo confusión y preocupación acerca de cómo podrían lucir nuestros productos publicitarios y cómo podrían trabajar…a causa de la retroalimentación recibida, revertiremos la sección de publicidad a la versión original… en lugar de obtener tu permiso para introducir posibles productos publicitario que aún no desarrollamos, tomaremos tiempo para completar nuestros planes y después explicaremos cómo nos gustaría que nuestro negocio publicitario trabaje,” escribió Kevin Systrom, cofundador de Instagram, en una entrada del blog oficial.
Ya antes, Systrom había aclarado que la empresa no tenía intención alguna de adueñarse de los derechos de las imágenes almacenadas en sus servidores para después venderlas y satisfacer su conveniencia; no obstante, la migración de usuarios ante el movimiento se hizo evidente.
Un ejemplo de importancia fue el de National Geographic, que dejó de utilizar su cuenta de Instagram esta semana. De acuerdo con The New York Times, servicios alternos que ofrecen características similares a las de Instagram crecieron su popularidad en días recientes, lo que hace pensar que la gente se avocó a encontrar alguna opción que no atentara contra los derechos sobre sus imágenes.
Pheed es una aplicación que permite a sus usuarios cargar fotos y agregar filtros en ellas, y además, funciona como una galería en la que la gente que desee ver las publicaciones fotográficas deberá pagar para hacerlo, con lo que el usuario puede monetizar su creatividad. Para el jueves de esta semana, Pheed ingresó al noveno lugar en redes sociales descargadas desde la App Store de Apple, según The New York Times.
A diferencia de una de las cláusulas en los términos previamente publicados, que indicaba: “estás de acuerdo en que un negocio u otra entidad nos pague por publicar tu nombre de usuario, imagen, fotos (incluyendo el metadata) y/o acciones que realices, en relación al contenido patrocinado, sin ninguna compensación para ti”, ahora se puede leer lo siguiente:
“Parte del Servicio es soportado por ingresos de publicidad y podrá mostrar anuncios y promociones, y usted autoriza que Instagram pueda colocar tal publicidad y promociones en el Servicio o en, sobre o en relación a su Contenido. La manera, modo y alcance de tal publicidad y promociones están sujetas a cambio sin notificación específica para usted”.
Así, Instagram establece el terreno para cuando su servicio publicitario haya tomado forma, pero se deslinda de los términos que causaron problemas previamente. Las nuevas cláusulas se pueden leer aquí.
Referencia: Blog de Instagram, The New York Times