La impresora es una combinación de dos técnicas de fabricación de bajo costo, una impresora de inyección de tinta tradicional y una máquina de electrohilado o electrospinning (técnica que permite crear fibras porosas a escala nanométrica de material sintético por medio de cargas eléctricas).
La combinación de estos sistemas permite a los científicos construir una estructura hecha de materiales naturales y sintéticos, uniendo lo mejor de ambos mundos, el material sintético asegura las propiedades de resistencia y flexibilidad, mientras que el gel celular ofrece un ambiente adecuado para el crecimiento celular. El resultado es un cartílago artificial poroso que permitiría el desarrollo de las células sobre su base para reconstruir el tejido.
En el estudio la impresora utilizo una matriz de polímero para depositar un gel de células del cartílago obtenidas de la oreja de un conejo como si fueran gotas de tinta que se multiplican una vez adheridas a este andamiaje. Las construcciones eran cuadrados con una diagonal de 10 cm y un espesor de 0,4 mm. Las cuales fueron insertadas en ratones y después de ocho semanas de su implantación el tejido dañado de estos seres vivos se reconstruyo a partir del cartílago artificial. Desarrollando las características típicas del cartílago.
“Hay sistemas 3D que imprimen células y geles. Pero la impresora 3D que nuestro equipo ha desarrollado es única al poder utilizar tanto geles de biomateriales como polímeros rígidos, pudiendo crear cualquier forma tridimensional”, explica el doctor Anthony Atala, del Instituto de Medicina Regenerativa Wake Forest y coautor del trabajo. Aunque demostraron su funcionalidad con el tejido cartilaginoso, la impresora podría obtener otros materiales biológicos. “Se pueden imprimir proteínas, factores de crecimiento y otros líquidos en la estructura para ayudar a promover la regeneración una vez implantado. Aunque este dispositivo todavía es experimental, estamos explorando sus posibilidades en órganos como el riñón y tejidos estructurados como el de la oreja”, agrego.
De implantarse en la ingeniería médica, este sistema dejaría atrás el sistema actual de reconstrucción parcial del cartílago. Este se basa en la mortificación del tejido óseo para que elabore un recubrimiento sobre el tejido afectado.
Los dispositivos dedicados a la ingeniería médica de tres dimensiones están cobrando protagonismo, muy probablemente en un futuro los escáneres que proporcionan esta perspectiva posibilitaran la construcción de máquinas adaptadas para la fabricación de tejidos humanos.
Referencia: IOPScience