Cruise es un proyecto en el que diversos ingenieros independientes pusieron manos a la obra para conjugar todo lo necesario para que un auto se vuelva automático, sin la necesidad de que el vehículo deba tener las modificaciones hechas de fábrica.
Todo el sistema está probado para mantener la estabilidad y seguridad en el manejo. Cuenta con un sensor que se coloca en el techo del auto, mismo que tiene cámaras y un radar; la señal se manda al sistema para tomar la mejor decisión en el camino, además, el usuario tiene un control que permite encender o apagar el piloto automático.
En la parte trasera, dentro del portaequipaje, se instala una computadora que es donde se toman todas las medidas para garantizar que el viaje se lleve a cabo sin contratiempos. Este dispositivo no ocupa demasiado espacio y se instala en alguna de las paredes del maletero.
Desde luego, Cruise puede prevenir colisiones, frenar en el momento que es necesario, cambiar de carril y tener siempre la velocidad adecuada. Además incluye una aplicación para que el usuario esté al tanto de los pormenores en el trayecto.
El sistema está en pruebas y todavía falta trabajo por hacer, pero se espera que esté listo para el público a un costo inicial de 10 mil dólares, aunque esa versión sólo será compatible con los modelos más recientes del Audi A1 y A4, y, claro, sólo podrá operar en California donde existen las regulaciones necesarias para que circulen los autos sin conductor.
Referencia: Cruise