En el presente, la tendencia de crear video amateur para colocarlo en algún sitio de la red y compartirlo con el mundo ha ido en crecimiento. Años atrás, era muy complicado que esto sucediera por la falta de medios caseros y el hecho de que obtenerlos era muy costoso, pero ahora prácticamente cualquier persona con un celular y una conexión a Internet puede crear contenido, y sólo hace falta seguir sencillas recomendaciones para que los resultados puedan ser mucho mejores. Esta es la segunda parte de esta guía, (la primera la puedes encontrar en esta liga).
1. Haz un storyboard
El storyboard es una planeación escena por escena de cómo es que se verá a cuadro tu idea. En este desarrollo, uno debe plantear qué se verá en pantalla, cómo se moverá la cámara y qué efectos se agregarán si es que es necesario.
El storyboard puede estar hecho a mano o por medio de algún software que te ayude. Sobre la hoja se trazan alrededor de 6 u 8 viñetas en las que irá dibujado cada personaje, entorno o lo que sea que vaya a aparecer a cuadro. No tienen que ser los dibujos más profesionales, con que tú mismo y quienes trabajen contigo los entiendan bastará.
Un buen software para este fin es StoryBoard Pro. Con él podrás ingresar los valores en cada viñeta más fácilmente y acelerar el proceso de creación de esta útil guía visual.
2. Ilumina el entorno
Una mala iluminación puede hacer que la mejor y más costosa producción se vea simplemente horrible, es por eso que debes tener cuidado con esto. Con medidas simples podrás lograr que todo se vea como debe verse.
En primer lugar, trata de usar siempre o luz roja (de los focos tradicionales) o luz blanca (del tipo de luz que dan los focos ahorradores). Si combinas ambos tipos de luz la imagen se verá mal.
La luz directa (que se proyecta directamente sobre el sujeto a cuadro) suele ser demasiado fuerte, por lo que es bueno usar un difusor. El difusor puede ser cualquier hoja de papel que permita pasar la luz pero que la difuminará, así la imagen no se sobre expone.
Siempre trata de colocar la luz de forma que no se vean sombras detrás del sujeto, ya que éstas se ven muy mal. Obviamente siempre habrá sombras, pero puedes lograr que se vean más difusas y que tu video no acabe pareciendo de terror à la Nosferatu.
Por último, cuida el balance de blancos. Por raro que suene, el balance de blancos implica balancear el color que percibe la cámara con la iluminación que hayas colocado de forma que el color blanco se vea como tal, y no como un blanco naranjoso.
Busca en tu cámara la opción para hacer el balance, coloca tu iluminación y busca cualquier superficie blanca; luego sólo tienes que balancear el color hasta que dicha superficie se vea realmente blanca. Con esto, garantizas que los demás colores sean lo más fieles a la realidad posible.
3. Mide tu encuadre
Ya que estés frente a tu objetivo y con la cámara en la mano (o tripié), es recomendable que sepas que cada encuadre tiene un nombre y gracias a eso es más simple poder identificar cómo es que se verá una persona en el encuadre. A esto se le llama emplazamiento.
Los nombres se usan para poder decirle a quien maneje la cámara (en caso de que no seas tú mismo) cómo es que debe de colocar el encuadre, además de que en el storyboard esto también debe especificarse para agilizar todo.
Estos son algunos ejemplos de emplazamiento:
- Plano general: toma abierta donde se distingue todo el entorno de la escena en desarrollo.
- Full shot: toma en la que se ve el cuerpo del sujeto de pies a cabeza.
- Close up: el cuadro sólo incluye la cara del sujeto, sin los hombros.
- Medium close up: acercamiento del rostro del sujeto desde su pecho hasta la cabeza.
- Medium shot: a cuadro se puede ver el cuerpo del sujeto desde su cintura hasta la cabeza.
- Tight shot: el cuadro sólo incluye un acercamiento a algún detalle del sujeto (menos de la cara) o acercamiento a un objeto.
- Over the shoulder: en el cuadro se ve el hombro de una persona que da la espalda a la cámara, dejando ver en segundo plano a otro personaje o entorno. Se usa para grabar conversaciones entre personas usualmente.
En realidad existen muchos más, además de que puedes llegar a ver que se les nombre de manera distinta a la aquí mostrada, sin embargo se trata de lo mismo. Aquí hay un glosario informal que te será de utilidad.
4. Edita sin complicarte la vida
Todo el tiempo debes de tener en mente a qué público quieres mostrar tu producto para que no tomes caminos que no debes con él. La edición es el paso final y uno de los más importantes.
Si pretendes hacer un uso excesivo de efectos, transiciones, títulos y demás, te informo que esto no siempre es bueno; usualmente lo único que se logra con esto es saturar visualmente el producto y que sea desagradable para el espectador. Es más sensato hacer una edición sencilla con algunos recursos llamativos que abusar de ellos.
Si no tienes muchos conocimientos de edición, te recomendamos acercarte poco a poco a esta actividad; seguramente terminarás apasionándote con ella.
Un par de programas para principiantes que son bastante buenos y además fáciles de conseguir (en la mayoría de los equipos de cómputo están ya instalados) son el Windows Movie Maker para PC o iMovie para Mac. Con ellos obtendrás resultados respetables sin perder la cabeza por no lograr entenderlos.
De ahí en fuera, hay una variedad increible de programas para este fin. Si lo quieres ver así, en realidad el único fin de emplear software avanzado es el de tener un control total sobre cada parámetro que quieras modificar en tu producto y no estar dependiendo de funciones predefinidas como las que se tiene en Movie Maker o iMovie.
Además de eso, por supuesto, las versiones más recientes de software de edición te permiten hacer desde tu casa las imágenes más profesionales con efectos verdaderamente increíbles.
Si quieres volverte un profesional, hay tres recomendaciones que te hago de software; todas tienen costo. Estas son Sony Vegas, Pinnacle Studio y Adobe Premiere. Las tres son igualmente funcionales, pero cada una tiene sus ventajas sobre la otra. Pinnacle es, para mi gusto, el más user friendly de esa tercia.
Hasta aquí la guía. Por supuesto que hay muchísimos más detalles que cuidar en un producto audiovisual, pero aquí he vertido los que me parecen más relevantes y que te podrán ser de utilidad para crear contenido de calidad. ¡Espero que te haya sido útil!