Si alguna vez jugó ping pong, habrá tratado de mantener la pelota brincando sobre una raqueta. Es algo que todos hacemos y que quizás es el equivalente a dominar el balón de futbol. A alguien se le ocurrió hacer un sistema que mantuviese una pelota de ping pong rebotando sobre una superficie. ¿Cómo puede hacerse eso con la electrónica digital moderna? He aquí un interesante ejemplo del desarrollo de un proyecto de esta naturaleza usando un Arduino.
Un Arduino es un microcontrolador, que no es otra cosa que una pequeña computadora en un chip. El sistema es programable y eso le da mucha más versatilidad a los proyectos de electrónica aunque es claro que además de entender de esto, ahora hay que comprender de alguna manera algunas cuestiones de programación.
Considerando esto, el creador de este proyecto, “tkuhn”, de Electron Dust, decidió crear una máquina con el único propósito de mantener una pelota de ping pong rebotando por todo el tiempo que se pudiese.
Para ello, decidió enfocarse al ruido que hace la pelota cuando golpea una superficie, por ejemplo, de madera. Usando la retroalimentación que le daba el sonido de la pelota vía cuatro micrófonos que medían esto, logró que el dispositivo que creó moviese esta tabla de madera de acorde para mantener la pelota rebotando. Se dice fácil, pero el creador del sistema tuvo que medir las diferencias de sonido entre micrófonos para suponer en qué lugar estaba la pelota y actuar en consecuencia. El proceso de audio se logró con la ayuda del un circuito flip-flop y con un Arduino Nano, se podía llevar a una posición conocida después de cada ciclo.
Los datos se pasan vía un Arduino Uno, uno de los dispositivos más populares de esta familia de tarjetas de microcontroladores, el cual usaba cuatro motores de paso (como los que se usan en las impresoras modernas), así como un sistema que ligaba la información de la diferencia de sonido y así mantener la pelota rebotando.
El sistema es de código abierto (GitHub) y el siguiente video muestra el dispositivo funcionando.
Evidentemente este proyecto no es un parte aguas para ayudar a la humanidad, sino la posibilidad de resolver un reto que parece trivial pero que requiere de “echarle cabeza” para así encontrar una solución satisfactoria. La verdad es que depurando el código probablemente podría mantenerse la pelota rebotando días, por decir lo menos.