Hoy en día los microcontroladores son algo ya relativamente común. Muchos aparatos caseros contienen algún tipo de microcontrolador. Pueden estar en lavadoras, licuadoras, cafeteras, hornos de microondas, etcétera. Las virtudes de estos chips es que son microcomputadoras completas, con memoria y velocidad limitada, sí, pero que tienen probablemente mucho más poder que las máquinas de los años de los ochentas y noventas, como la Apple II o la primera IBM PC.
Por ello, no es de sorprenderse algunos proyectos en donde los microcontroladores hacen tanto como las máquinas del pasado cercano. Por ejemplo, Jaromir Sukuba decidió emular el procesador Z80 con un microcontrolador PIC, el cual permite tener una computadora literalmente, portátil, que usa poca energía y que como proyecto de programación y electrónica se ve muy interesante. Se puede aprender mucho de todo esto.
Sukuba construyó incluso un teclado, para poderlo conectar a su microcontrolador PIC 32MX795F512H y que desplega en una pantalla LCD de 4×40 caracteres, que se comunica vía una conexión RS232. Evidentemente en todos estos proyectos se privilegia el aprender, pues claramente el resultado final puede ser contrastado contra computadoras de bajo costo, como la Raspberry Pi, y simplemente no tienen mucho que hacer. Pero aquí el aprendizaje parece ser que es lo que vale.
Referencias: