El proyecto Google Glass, que cada vez está más cerca de volverse un producto comercial, sólo se podrá conectar a Internet por medio de W-Fi, ya sea de una red local o del punto de acceso portátil que se puede crear con teléfonos Android o iPhone. Esta es una buena noticia para quienes no les agrada pagar una cuenta de datos móviles distinta en cada aparato.
Google Glass tiene la capacidad de obtener información de la nube para mostrarla en una pequeña pantalla y guiar al usuario en diversas tareas, como navegación GPS, información acerca del algún sitio, recordatorios, grabación de video, entre otros.
Según un reporte de Forbes, el dispositivo portable no se conectará directamente a la red vía celular, sino que tendrá que utilizar la señal Wi-Fi de algún hotspot fijo o móvil.
La compatibilidad de Glass con la señal Wi-Fi que generan dispositivos móviles de diversas marcas es una muestra del interés de Google por expandir el alcance del gadget que lleva varios años desarrollando.
Mientras que sólo algunos desarrolladores podrán tener acceso a Google Glass por ahora, y para hacerlo tendrán que desembolsar 1,500 dólares (una técnica de Google para asegurarse de que solamente la gente verdaderamente interesada pueda usar las gafas en esta etapa del proyecto), ya hay varios medios que han podido probar de cerca esta tecnología.
Joshua Topolsky del sitio The Verge hizo una prueba completa a Google Glass, y él destaca en su evaluación que “la pantalla no es invasiva, no te sientes agobiado por ella; está ahí y luego se fue”. Él también habla de la dificultad que habrá que superar para hacer que Glass sea un objeto que la gente quiera usar y no se sienta apenado por ello, algo similar a lo que pasó con los primeros celulares.
De acuerdo con lo que Topolsky pudo averiguar, Google tiene pensado tener listo Glass en las tiendas de venta al menudeo para finales de 2013; todavía no se sabe cuál será el precio final del dispositivo.