Crear contenido digital es una de las maneras contemporáneas de ganarse la vida. Para muchos, esto engloba publicar videos en YouTube o hacer streams en plataformas como Twitch o Facebook Gaming, es decir, actividades que por lo general requieren un rol activo por parte de quien esté creando dichos contenidos.
Pero hay personas que tienen la visión de crear contenido y generar ingresos económicos, aún adoptando un rol pasivo.
Asian Andy es un streamer que tuvo la ingeniosa idea de ganar dinero con solo dormir -o mejor dicho, intentar dormir.
El hombre de 26 años dejó en manos de sus viewers la posibilidad de no dejar que se durmiera, a cambio de hacer contribuciones económicas.
Para llegar a ese objetivo habilitó varias funciones durante su transmisión de Twitch, como la conversión de texto a voz y subir el volumen al máximo, con el fin de que, cada que alguien hiciera alguna donación, Alexa le notificara y reprodujera música.
Además, muchos espectadores se dieron cuenta de que el nivel de volumen era tan alto, que ellos mismos podían darle instrucciones a Alexa y entonces comenzaron a pedirle que activara la alarma o que imitara sonidos como el de un perro ladrando.
En otras palabras, cada ruido para impedir que Asian Andy se quedara dormido era consecuencia de donaciones e interacciones.
Al final del stream, el hombre se dio cuenta de que en total fueron donados 16,000 dólares, que son aproximadamente 322,560 pesos mexicanos, cortesía de gente determinada a impedir que se quedara dormido. Este es un resumen de esa noche llena de ruido y dinero:
Asian Andy pertenece a una nueva ola de steamers que desde 2020 han estado robando atención por su método no tradicional de ganar dinero.
Los «sleep streams» son justamente lo que el nombre sugiere: transmisiones en vivo de gente que duerme o que intenta dormir. Muchos han encontrado sobre la marcha algunos giros de tuerca para mantener engrasada la maquinaria de las donaciones.
Por ejemplo, en 2020 la modelo y ASMRista Amouranth inició una de sus sesiones de sueño habilitando la opción de que cada 20 suscriptores su alarma se retrasara una hora, de manera que tuvo picos de 1,698 viewers concurrentes que solo estaban ahí para verla dormir, mientras las donaciones seguían su curso.
En tiempos de contenido digital y de generar ingresos a partir de él, ni siquiera el sueño es un límite.