Si el Doc Emmett Brown cambió el plutonio por desechos orgánicos para dar energía al DeLorean, no sorprende que (en la vida real) Ford Motor Company haya firmado una alianza con el fabricante de salsa de tomate Heinz, que busca utilizar todos los restos orgánicos y transformarlos en diversos materiales para autos.
Heinz desecha cerca de 2 millones de toneladas de desperdicios, como pieles, tallos y semillas, los cuales Ford transformaría para crear un material ligero y consistente capaz de llevar a cabo la misma función que un plástico creado a base de petróleo, utilizado para cubrir los cables, el depósito de monedas y portavasos, por ejemplo.
«Estamos explorando si este subproducto de procesamiento de alimentos tiene sentido para una aplicación automotriz», dijo Ellen Lee, especialista técnico de investigación de plásticos para Ford. «Nuestro objetivo es desarrollar un material fuerte y ligero que cumpla con las necesidades de vehículos, mientras que al mismo tiempo reducir el impacto medioambiental global», agregó.
Actualmente, Ford cuenta con ocho materiales en producción considerados “productos biológicos”:
• Componentes de la consola reforzados con fibra de celulosa
• Arroz casco lleno de corchetes capucha eléctricos
• Cojines de asiento de espuma de soja y reposacabezas
• Material de algodón reciclado de tejidos de los asientos y alfombras
• Materiales compuestos a base de coco.
«Estamos muy contentos de que la tecnología ha sido validada. Aunque estamos en las primeras etapas de la investigación, y quedan muchas preguntas, estamos entusiasmados con las posibilidades que esto podría producir tanto para Heinz y Ford, y el avance de 100% de plásticos de origen vegetal sostenible «, indicó Vidhu Nagpal, director asociado de los envases de de i+D para Heinz.
Aunque no lo parece, la estrategia de Ford podría otorgarle grandes beneficios en un futuro ya que es una de las pocas empresas que busca cada día depender menos del petróleo.
Fuente: Media Ford