Junto con la presentación del Ford S-Max en el Salón de Frankfurt 2013, Ford puso en claro que no dejará el campo libre a las demás empresas al demostrar que los avances de la marca automotriz del ovalo son tan buenas como cualquier otra y que pueden llegar al mercado en un menor tiempo.
Básicamente, Ford dio dos ligeros anuncios de las últimas tecnologías que tiene en desarrollo, los cuales emplean varias herramientas inteligentes que ya se encuentran dentro de sus modelos actuales.
Estacionamiento automático
La primera es su nuevo sistema de aparcamiento automático, el cual reúne la tecnología Auto Park que ya todos conocíamos, pero mejorando el nivel de los sensores junto a la también mejorada transmisión Powershift de Ford, que controla automáticamente los cambios de marcha hacia delante y hacia atrás sin la intervención física del conductor
El nuevo sistema permite localizar los lugares disponibles a una velocidad máxima de 30km/h. Hecho esto, el lugar el conductor tiene dos opciones: quedarse dentro del auto y permitir al auto maniobrar, o salir del auto, tomar sus cosas y dejar que el auto se estacione solo. Para mayor seguridad es posible cancelar en cualquier momento la maniobra pulsando el botón correspondiente, el cual nos imaginamos se encontrará dentro de una aplicación en el smartphone o en la llave del vehículo.
Aunque el sistema parece tener muchos avances, todavía cuenta con algunas limitante. Una de ellas es el espacio necesario para poder maniobrar, ya que el auto requiere de una distancia extra de 30 cm para ejecutar la acción de aparcamiento; también está el hecho de que este tipo de tecnología sólo se puede emplear en autos con transmisión automática, por lo que los amantes de la velocidad y cajas manuales quedaran privados de este beneficio.
Evasión de obstáculos
El segundo anuncio corresponde a otra herramienta de asistencia en la que se ha trabajado por mucho tiempo. Aquí se emplean tres radares, sensores ultrasónicos y una cámara que escanea la carretera 200 metros por delante del coche permitiendo que el conductor cuente con un mayor tiempo de reacción para frenar y cambiar de dirección en caso de que haya un obstáculo. en caso de que el conductor no realizara ningún movimiento evasivo después de los primeros avisos, el sistema tomará el mando del coche, controlará su velocidad y evitará el impacto.
Según sus desarrolladores esta tecnología ha sido probada a más de 60 km/h y dado buenos resultados, pero aseguran que para obtener una lectura más precisa del terreno no se tendría que rebasar esta velocidad.
Ahora lo interesante será ver si la marca logrará introducir en el menor tiempo posible toda esta tecnología en sus modelos comerciales a un precio que no sea inalcanzable.
Referencia: AutoBild