Los abonos a fibra óptica en los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico se dispararon un 15 por ciento en un periodo de doce meses hasta junio del año, para suponer ya el 32 por ciento del total de las conexiones fijas de alta capacidad.
Y es que el auge del trabajo remoto así como el largo tiempo pasado en las casas a causa de las restricciones sanitarias en muchos países debido a la pandemia llevaron a muchos consumidores a optar por conexiones a internet más rápidas para poder descargar material de trabajo o entretenimiento audiovisual.
Por lo anterior, las conexiones por cable clásico vieron un aumento limitado, de 4 por ciento, mientras que las de ADSL registraron una caída interanual, especialmente fuerte en Noruega (-40%), Chile (-37%) y España (-32%).
Despegue de la fibra óptica.
El despegue de la fibra óptica fue especialmente fuerte en los países de América Latina: un 74 por ciento en Costa Rica durante el periodo comprendido, 71 por ciento para Chile, un 43 por ciento en Colombia así como un 26 por ciento en México.
A su vez, en el conjunto de los países de la OCDE, las conexiones de fibra óptica a internet totalizaron 462.5 millones en junio de 2021, frente a 443 millones de un año antes.
Las conexiones de fibra óptica por móvil eran mil 670 millones en toda la Organización, con una medida de 122 por cada cien habitantes.
Los países de la agrupación con más conexiones de fibra óptica por cada cien habitantes en el lapso eran de 47.4 para Suiza, Francia con 45.9 y Noruega 44.9.
“En el caso de América Latina, por el retraso que había en la inversión de redes de fibra óptica, esperamos que este crecimiento sea un horizonte de tiempo más largo”, Hernán Anté, gerente comercial para Sudamérica.