El efecto más notable de Creeper fue que colocaba un mensaje que decía “Soy creeper, ¡atrápame si puedes!” en las pantallas de las máquinas infectadas.
Como dato curioso, Creeper era el nombre de un personaje de Scooby Doo, de ahí la razón de la imagen.
Creeper fue el inicio de la guerra digital que estamos viviendo actualmente, donde las compañías tratan constantemente de tapar los agujeros en sus sistemas operativos mientras que los creadores de códigos maliciosos se esfuerzan en hallar la manera de explotarlos.
Esta guerra se complica cuando se considera que de 1,300 virus que existían en 1990 ahora existen más de 200 millones, lo que demuestra como se ha complicado este problema de forma exponencial.
Lo peor es que así como la cantidad ha cambiado, también lo ha hecho lo molestos que son estos programas malignos. Los primeros virus simplemente llegaban a molestar a los usuarios, hechos básicamente para probar las capacidades de quien los diseñaba.
Los modelos actuales suelen ser hechos con otro tipo de cometido, usualmente para robo de identidad y fraudes en línea.
En este aniversario número 40 de los virus, uno se preguntaría ¿qué sigue? Aparentemente, y para el perjuicio de muchos de nosotros, lo más obvio parece ser que este molesto problema se extienda a los teléfonos inteligentes. Nada alentador, lo sabemos.
Fuente: Physorg