Un día como hoy pero de 1991, Tim Berners-Lee, un investigador británico que trabajaba en la a Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), liberó la red informática mundial o World Wide Web (WWW).
En informática, la World Wide Web es un sistema de distribución de documentos de hipertexto o hipermedios interconectados y accesibles vía Internet. Con un navegador web, un usuario visualiza sitios web compuestos de páginas web que pueden contener texto, imágenes, vídeos u otros contenidos multimedia, y navega a través de esas páginas usando hiperenlaces.
Berners-Lee estableció la primera comunicación entre un cliente y un servidor usando el protocolo HTTP en noviembre de 1989. En octubre de 1994 fundó el Consorcio de la World Wide Web (W3C) con sede en el Massachusetts Institute of Technology, para supervisar y estandarizar el desarrollo de las tecnologías sobre las que se fundamenta la web y que permiten el funcionamiento de Internet.
Desde entonces, Berners-Lee ha jugado un papel activo guiando el desarrollo de estándares Web, como los lenguajes de marcado con los que se crean las páginas web, y en los últimos años ha abogado por su visión de una web semántica.
Debido a la creación de Berners-Lee, cada 23 de agosto se celebra el Día del Internauta, un término resultante de la combinación de los términos Internet y del griego ναύτης (nautes, navegante), utilizado normalmente para describir a los usuarios habituales de Internet.
La World Wide Web nos abrió las puertas a múltiples fuentes de información, convirtió el conocimiento en algo global y democratizó el acceso a la información. En la red podemos encontrar contenido de todo tipo, acercarnos a lugares que, físicamente, nos quedan lejanos y, por supuesto, la web también es un gran apoyo para la libertad de expresión y para que podamos oír a voces que, normalmente, no podrían difundir su mensaje.